La lava del volcán Cumbre Vieja que entró el domingo en erupción en la isla española de La Palma, en el turístico archipiélago de Canarias, continuaba el lunes su lento descenso hacia la costa destruyendo a su paso numerosas unas 100 viviendas y obligando a evacuar a miles de personas.
La erupción, la primera que se registra en esta isla en 50 años, forzó a casi 5.000 vecinos a dejar sus casas, desde que comenzó en la tarde del domingo.
El gobierno regional de Canarias precisó, sin embargo, que no preveía por ahora nuevas salidas, ya que las coladas de lava se dirigen ahora “hacia el mar”, según indicó en Twitter.
Pero los daños provocados por la erupción son ya visibles.
“Las casas destruidas (…) son muy numerosas”, indicó a la AFP una portavoz del gobierno regional de Canarias, precisando que “no hay cifra fija todavía”.
Los impresionantes ríos de lava arrasaron árboles, invadieron carreteras y lograron penetrar en algunas casas, tal y como muestran varios videos publicados en las redes sociales.
El volcán en Canarias avanza a una velocidad de 700 metros por hora
Estas coladas ardientes, de más 1.000°C., avanzan a una velocidad media de 700 metros por hora, según el Instituto Volcanológico de Canarias.
En declaraciones a la televisión pública, el alcalde de El Paso, una de las cuatro poblaciones evacuadas preventivamente por las autoridades, indicó que “una veintena de casas al menos estaban totalmente destruidas” en su localidad.
“En su paso la lava no ha dejado absolutamente nada”, describió Sergio Rodríguez, subrayando que los vecinos “tienen mucha incertidumbre”. “No volverán antes de mucho tiempo, seguramente”, valoró sobre el posible regreso a sus casas.
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