Debido a la descontrolada proliferación de la Hylesia metabus mejor conocida como palometa peluda, en el municipio Bolívar de Monagas, los habitantes de su capital, Caripito, han tenido que ingeniárselas para combatir a este vector, que los obliga a confinarse todos los días a partir de las 6:30 de la tarde.
Toque de queda es la dinámica actual del caripiteño apenas se oculta el sol, para evitar que este insecto irrumpa en las viviendas o que la pelusa que desprende, afecte a los ciudadanos que desde hace meses, ya no pueden salir en las noches a las calles o encender las luces en sus hogares. Todas las comunidades desde esa hora, están a oscuras.
En la búsqueda de soluciones para esta difícil situación sanitaria, los caripiteños comenzaron a instalar trampas de fabricación artesanal en diferentes puntos de la localidad.
Contaron con el apoyo del equipo de Fundación Nuestra Tierra, organización que brinda una mano amiga a esta zona cacaotera del país, «nuestros hermanos de Caripito están viviendo una situación que modifica completamente sus días, en materia de salud ambiental, hay que implementar medidas definitivas para controlar el brote en todas las zonas», declaró Leudys González, presidenta de Fundatierra.
Según estudios científicos, la hembra de la Hylesia metabus tiene pelos abdominales extremadamente irritantes y el contacto con ellos produce lesiones en la piel que causan comezón intensa y empeoran con el roce.
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