El atletismo venezolano disputará otra final en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Tras la apoteosis dorada de Yulimar Rojas en el salto triple, con récord olímpico y mundial incluido, este jueves es el turno de la garrochista Robeilys Peinado, quién intentará meterse entre las mejores de la competencia.
Nunca es sencillo participar en una final olímpica y menos en una especialidad de tanta exigencia física, técnica y sicológica como en la pértiga, la más difícil de todas las prueba de salto en el atletismo.
Hay garrochistas que clasifican a los Juegos Olímpicos y al momento de volar para superar el listón sufren un colapso físico o mental que los inhabilita.
Le ocurrió a la campeona mundial bajo techo y medallista de plata en Río de Janeiro 2016, la estadounidense Sandi Morris, que quedó eliminada en Tokio.
La garrocha se le rompió en el primer salto, cayó con medio cuerpo fuera de la colchoneta, no se repuso del golpe anímico y falló en sus siguientes intentos.
Robeilys pasó por un trauma mayor en sus primeros Juegos Olímpicos en Río 2016, cuando en el entrenamiento la garrocha se partió en pedazos y le rompió el pulgar derecho.
Quedó fuera de competencia y la lesión casi le cuesta seguir en el atletismo. Se repuso de la pesadilla y por eso su clasificación a la final del salto con pértiga en Tokio tiene un mérito mayor.
La pandemia, además, la obligó a entrenar en el encierro de su casa, lejos de la pista, sin poder saltar, solo realizando ejercicios físicos para mantener el tono.
Pero cuando volvió a competir ganó en seis de los siete eventos en los que participó esta temporada. En su regreso a la Liga de Diamante, en la Gala Pietro Menea en Florencia, Italia, consiguió su mejor marca del año con un vuelo vertical de 4,66 m, para ubicarse en el sexto lugar de la tabla.
Campeona mundial Sub-18 en Donetsk, Ucrania 2013, con un salto de 4,25 m; subcampeona olímpica juvenil en Nanjing, China 2014; medalla de plata en el Mundial Sub-20 de Bydgoszcz, Polonia 2016; y bronce en el Campeonato Mundial absoluto de Londres 2017; a la caraqueña solo le falta la presea olímpica para completar su incesante progresión en esta modalidad del atletismo.
Su mejor marca al aire libre sigue siendo el 4,70 que le dio la presea dorada en los Juegos Suramericanos de Cochabamba 2016. Robeilys está obligada a mejorar ese registro para competir con rivales que presentan en su currículo saltos mayores.
Con Morris fuera de combate, las máximas candidatas a obtener el oro son la también estadounidense Katie Nageotte (4,95 m), la del comité ruso Anzhelika Sidorova, y la griega Katerina Stefanidi, quien defiende el oro alcanzado en Río con 4,85.
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