La tormenta Elsa descarga este jueves fuertes lluvias en Long Island, en Nueva York, y el noreste de Estados Unidos, por donde se traslada con vientos máximos sostenidos de 50 millas por hora.
Elsa se ubica a 90 millas al suroeste de Montauk Point, en el condado neoyorquino de Suffolk y al noreste de la ciudad de Nueva York, y se traslada de forma veloz rumbo al noreste a 31 millas por hora, indicó el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos.
Se prevé que la tormenta mantenga este rápido ritmo de traslación durante los próximos dos días y que alcance el Atlántico canadiense entre la noche de hoy y el sábado.
Una parte de la costa de Long Island y hasta el balneario de Nantucket, en Massachusetts, se halla bajo aviso de tormenta por Elsa, cuyos vientos con fuerza de tormenta tropical se extienden hasta unas 160 millas desde su centro.
«Se pronostica que Elsa se convierta esta noche en un ciclón postropical», señaló el centro meteorológico, con sede en Miami.
Tormenta Elsa
Elsa tocó tierra como tormenta el miércoles en el condado Taylor, en la costa noroeste de Florida, y esa noche continuó por el este de Georgia, donde hubo algunos tornados.
Según informó el cuerpo de bomberos de Jacksonville, al noreste de Florida, una persona murió en una vía cuando un árbol arrancado por los vientos asociados a la tormenta cayó encima de su vehículo.
En la base naval Submarine Kings Bay, en el sureste de Georgia, se registró un tornado que dejó al menos una decena de heridos, algunos de los cuales debieron ser trasladados a centros médicos, aunque ninguno de gravedad, como dijo el portavoz de la base Scott Bassett a la cadena NBC News.
Los meteorólogos esperan que caigan a lo largo de este viernes entre 2 y 4 pulgadas de lluvias, con totales aislados de unas 6 pulgadas en el norte de Nueva Jersey, Long Island y en el sur y centro de la región de Nueva Inglaterra.
Estas intensas precipitaciones podrían ocasionar inundaciones en zonas urbanas, alertó el NHC.
Quinta tormenta tropical de 2021 en el Atlántico, Elsa llegó a ser también el primer huracán de este año en la cuenca atlántica cuando pasó por el Caribe oriental hasta llegar a Cuba el lunes.
Tras debilitarse, recuperó de nuevo la categoría de huracán en su ruta hacia costa floridana del golfo de México, sobre la que avanzó casi en paralelo desde el martes y ocasionó lluvias, vientos y marejadas.
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