Está claro que la perfección no existe, y mucho menos en eso de ser padre, ardua tarea en la que errar es de sabios y donde pequeñas equivocaciones pueden acabar suponiendo grandes victorias en la educación de nuestros hijos.
Sin embargo, y aunque la experiencia es el mejor de los aprendizajes posibles, nunca está de más conocer ciertas claves que pueden ayudarte a convertirte en un padre diez. El diario español ABC habló con el doctor Gerardo Castillo, pedagogo de la Universidad de Navarra, para conocer las reglas de oro que si eres padre debes cumplir a rajatabla:
1. Comenzar desde pequeños: Según el doctor Castillo, el padre debe contribuir, desde la fase de lactancia, a crear buenos hábitos en el niño. Favorecer un ambiente familiar y seguro, evitar reírles las gracias y hablarle correctamente para que progrese en el lenguaje, son tres factores que facilitarán la evolución del bebé desde los primeros meses.
2. Ofrecer seguridad: Está claro que padre y madre deben complementarse en lo que a la educación del pequeño se refiere y, aunque el bebé necesitará durante los primeros meses de la cercanía y ternura propios del lazo que le une a su madre, el padre deberá centrarse en aportarle seguridad y ayudarle a realizar ciertas tareas como jugar, leer, escribir y dibujar.
3. Conoce el arte de premiar: Según Gerardo Castillo, «premiar es algo que hay que aprender. No hay que premiar todo lo que el niño hace bien ni limitarse a dar premios económicos o materiales». Según sus recomendaciones, la clave radica en premiar más el esfuerzo que los resultados del mismo. «Un simple aprobado en una asignatura puede ser motivo de premio para un hijo, pero puede no serlo para un hermano más capacitado».
4. Los castigos, siempre educativos: Los castigos no son más que una vía para enseñar ciertas conductas a nuestro hijo, por lo que siempre deben verse como una herramienta educativa. Según el doctor, «el castigo ha de ser proporcional a la falta cometida y limitado en el tiempo». Además, debe servir «para reparar la falta» y nunca debe tratarse de sanciones físicas y humillantes para el pequeño.
5. No seas el único que castiga: Lo ideal, según el doctor, es que te turnes con la madre a la hora de establecer el castigo para que ninguna de las dos figuras sea más autoritaria que otra.
6. Sé su ejemplo a seguir: Crucial para nuestros hijos es que vean en nosotros alguien a quien seguir e imitar, y eso solo se consigue convirtiéndonos en un modelo de conducta para ellos.
7. Motívales: Según el doctor Castillo, el padre debe también fomentar la automotivación del menor, ayudarle a descubrir motivos personales para estudiar, cumplir un horario, ayudar en casa, ser buen amigo…
8. La autoridad es imprescindible: El pedagogo argumenta que se trata de un mecanismo importante para la educación, aunque en ningún caso debe confundirse con el autoritarismo. Ahora bien, no por ser el padre debes convertirte en el «malo» de la película pues esta labor, como todas, debe repartirse entre ambos progenitores. «Cuando solo exige el padre la madre es vista como «la buena», un planteamiento que acaba por desconcertar a los hijos».
9. No ser excesivamente protectores: La sobreprotección puede tener consecuencias muy negativas para nuestros hijos. «Acostumbrados a recibir ayudas innecesarias y a no tener que exigirse para conseguir lo que desean carecen de hábito de esfuerzo, lo que les incapacita para afrontar por sí mismos cualquier problema. La excesiva dependencia de los padres no les prepara para la vida».
10. Educa a cada hijo de forma distinta: Cada uno de nuestros hijos tiene su forma de ser y sus características que le diferenciarán del resto. Precisamente por el hecho de que cada uno de nosotros somos distintos, educar de la misma manera a nuestros hijos es un error frecuente en el que no debemos caer. «Debemos adecuarnos a la edad, capacidades, personalidad…de cada uno de ellos».
11. No establecer expectativas poco realistas: No debemos engañar a nuestros hijos. Puede que pensemos que son los más inteligentes, los más guapos y los más divertidos, pero jamás debemos decirles cosas tales como «que será el primero de la clase, se convertirá en ingeniero, continuará el negocio familiar…».
12. No hacerle responsable antes de tiempo: A veces queremos educar tan bien a nuestros hijos que les cargamos de responsabilidades antes incluso de que puedan asumirlas. Cada edad tiene sus pequeñas responsabilidades, por lo que los padres deben actuar en consonancia.
13. No elegir a sus amigos: Precisamente si pecas de autoritario en este sentido puedes conseguir el efecto contrario y que tu hijo salga con las peores amistades.
14. Y una de las más importantes…pasa tiempo con ellos: Los niños saben que estamos en crisis y si tú lo pasas mal lo notarán. Es muy importante, por muy asfixiados que estemos con nuestras obligaciones profesionales, encontrar tiempo para estar con nuestros hijos. Pasar un rato agradable y divertido con ellos, tener una actitud positiva y no pagar nuestros problemas con los niños serán condiciones indispensables para su felicidad.
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