Aún cumpliendo tareas fuera del país, no dejamos de sentir el contacto del afecto y la relación con la organización que pensó, que orientó el propio Hugo Chávez, para promover y concretar los ideales de construcción de una nueva nación de vida digna, de solidaridad, de justicia y de paz.
La primera organización, antecesora del PSUV, vino haciéndose de clandestinidad, con líneas hacia sectores académicos de universidades públicas, hacia sectores políticos que venían desarrollando formas diversas de actividad, fundamentalmente cerca de los trabajadores en Guayana y en experiencias de gobierno localizadas.
Entonces dábamos mayor importancia, producto de la descalificación de los partidos tradicionales y de la actividad política, que había devenido en práctica de la viveza criolla, a la organización militar y las relaciones clandestinas. Ambas con una democracia restringida en su interior.
La cárcel fue un lugar oportuno para pensar y discutir el tema del partido, de la organización para el acceso y mejor del poder en función de la participación y los objetivos que pensamos, que soñamos. Esos objetivos los resumía muy bien Kléber Ramírez en “Pan, ciencia y dignidad».
En la segunda parte de la primera década del siglo XXI, el presidente Chávez decide disolver el MVR y construir una nueva organización política, más adecuada al momento y a la madurez de la militancia. En algunos cuadros, ya acostumbrados a la vieja organización y a su práctica, se presentó cierta confusión, Chávez siguió con su plan y se creó el PSUV.
Recuerdo los recorridos con Lina Ron y Muller Rojas, construyendo el nuevo partido dentro del libramiento de Chávez. En Sucre, en Táchira, en Apure y por supuesto en Zulia.
La guerra despiadada, de los últimos años nos ha obligado a dar una lucha de sobrevivencia para el pueblo, el principal afectado por las medidas económicas irracionales, inhumanas. Sin embargo, este estado de guerra de los últimos años, tiende a amainar por las derrotas que el mismo pueblo venezolano, sabio y paciente, ha dado a la locura de extremistas nacionales y sus jefes fuera del país.
Va cambiando el escenario político nacional. La elección e instalación de la nueva Asamblea Nacional. La selección y reinstalación dentro del proceso constitucional del nuevo CNE, la convocatoria a elecciones regionales y locales, todo un nuevo escenario que se va perfilando.
El llamado para la selección de candidatos del PSUV, está inscrita dentro de este momento político nuevo y necesario. La democracia interna va a funcionar, tiene sus enemigos, sin duda alguna, de fuera y de dentro, como expresión de vicios acumulados por años en nuestra vida política nacional. Pero el mismo pueblo libertario, va a pasar por encima de ellos.
Expresarse y hacer respetar su expresión desde las bases, esa debe ser la norma a defender desde las mismas asambleas de base del PSUV. Esta política no puede ser línea muerta ni discurso vacío, es la regla que está escrita y es la instrucción que está dando el presidente del PSUV, todo para que nuestra organización se inscriba en el nuevo momento político, de esperanza y de construcción para el pueblo de Venezuela.
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