El mundo de deporte y del espectáculo reaccionó con admiración y elogios hacia la figura del legendario mariscal de campo Tom Brady, quien a sus 43 años, llevó este domingo a su nuevo equipo de los Tampa Bay Buccaneers a conseguir el título del Super Bowl LV, tras vencer por 31-9 a los Kansas City Chiefs.
El logro deportivo de Brady, que consiguió el séptimo título de campeón del Super Bowl, en 10 participaciones, y gana el quinto premio de Jugador Más Valioso (MVP), no solo le permitió batir marcas individuales en la NFL y en el deporte profesional estadounidense sino que a través de todo el mundo su figura es un ícono.
Como ha sido el caso tantas veces antes, Brady terminó levantando el Trofeo Lombardi al final de otro Super Bowl, los seis anteriores lo hizo con los New England Patriots.
Los Buccaneers bajo el liderazgo de Brady se encargaron fácilmente de los negocios contra los City Chiefs, tomando el control del juego en el segundo cuarto y nunca cediendo para una victoria convincente y sin interrogantes de ningún tipo.
Brady lanzó tres touchdowns, incluidos dos al excompañero de equipo de los Patriots, el ala cerrada Rob Gronkowski, y la defensa de los Buccaneers tuvo al mariscal de campo de los Chiefs, Patrick Mahomes, luchando toda la noche contra una muralla a la que pudo flanquear.
Fue la tercera vez que Brady se enfrentaba a un equipo que buscaba victorias consecutivas en el Super Bowl (Chiefs, Seattle Seahawks) o dos victorias en tres años (Los Angeles Rams), y ha ganado las tres.
Como era de esperar, la mayor parte de la reacción al juego se centró en Tom Brady, quien ahora tiene más victorias en el Super Bowl (7) que cualquier franquicia de la NFL.
EFE