El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) alertó este miércoles que se estima que 14,1 millones de niños y niñas en América Latina y el Caribe requerirán «asistencia esencial» en 2026, como resultado del impacto conjunto del desplazamiento forzado, la migración, la violencia armada y los desastres climáticos.
Los niños y niñas abandonan sus hogares huyendo de la violencia armada, la pobreza y otras dificultades. Se enfrentan a desafíos no solo al cruzar fronteras, sino también para acceder a servicios sociales de calidad en los países de acogida y de tránsito», informó el director regional de Unicef para América Latina y el Caribe, Roberto Benes, con motivo del lanzamiento del llamado de Acción Humanitaria para la Infancia.
Unicef alerta sobre la niñez
Parte del comunicado, señala que «la violencia no solo impulsa la migración, sino que también perturba profundamente la vida de la niñez en toda la región, dificultando su acceso a los servicios de salud y la educación, y aumentando el riesgo de reclutamiento forzado».
La agencia de la ONU detalla que, en el último año, la región registró una disminución de los flujos migratorios hacia el norte y, al mismo tiempo, un incremento de los movimientos hacia el sur.
De acuerdo con los informes, un quinto de los migrantes que atraviesan Panamá en dirección a Colombia son niños y niñas, quienes se ven expuestos a serios peligros durante su viaje, incluyendo el ahogamiento, la trata de personas, así como la explotación y el abuso.
En la ruta que conecta Guatemala con México, Unicef también calcula una alta cantidad de menores que viajan solos o que se han separado de sus familias.
El organismo enfatizó que numerosos países están experimentando un crecimiento sin precedentes en el desplazamiento interno relacionado con la violencia armada.
En Haití, más de la mitad de las personas desplazadas son menores de edad, con 748.000 niños registrados en los primeros nueve meses de 2025. En Colombia, donde el conflicto armado continúa, se registraron más de 450 casos de reclutamiento de menores por grupos armados en el último año.
La región también se enfrenta a múltiples riesgos de alto impacto, como inundaciones, sequías y tormentas severas, que han sobrecargado considerablemente los sistemas nacionales y locales de respuesta a emergencias.
Recientemente, continúa la nota, el huracán Melissa, una catastrófica tormenta de categoría 5, causó graves daños a la infraestructura de escuelas, hospitales y medios de vida en varios países del Caribe, afectando a más de 900.000 niños, niñas y adolescentes.
En medio de estos desafíos regionales, Venezuela enfrenta dificultades económicas prolongadas que, sumadas a los retornos y a la movilidad humana, han dejado a millones de niños y niñas expuestos a privaciones en nutrición, salud, agua potable y aprendizaje.
Cada vez más niños y niñas en América Latina y el Caribe sufren la carga de múltiples crisis superpuestas”, alertó Benes. «Si no actuamos ahora, no solo estamos poniendo en riesgo su seguridad y bienestar, sino también la estabilidad de los países y las sociedades».

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