Cerca de mil personas continúan desaparecidas este jueves en Sri Lanka debido a las graves inundaciones en Indonesia resultantes de intensas lluvias que han impactado a ambos países, mientras que en Tailandia ya han comenzado a disminuir, dejando un saldo de al menos 1.400 fallecidos en total.
La isla de Sumatra, en Indonesia, ha sido devastada y cuenta con un saldo de al menos 800 muertos. Por su parte, Sri Lanka y Tailandia han reportado 479 y 188 víctimas, respectivamente, de acuerdo con los últimos informes de las autoridades de estos tres países asiáticos, que han visto a nueve millones de personas afectadas.
Inundaciones en Indonesia y Sri Lanka
Con la reparación de carreteras nacionales y provinciales, esperamos que la distribución de comida y otras tipos de ayuda sea más efectiva», indicaron este jueves desde la Agencia Nacional para la Gestión de Desastres (BNPB).
Con la expansión de aguas contaminadas y barro en amplias zonas de Sri Lanka, las autoridades de salud han alertado sobre un aumento en el riesgo de enfermedades como el dengue, la diarrea y la leptospirosis -una enfermedad zoonótica-.
Además, los rescatistas de esta nación insular se encuentran con diversos impedimentos en su labor.
Alrededor de 55.500 viviendas han sufrido destrozos por los anegamientos y los corrimientos de tierra derivados de las lluvias, unas 45.000 en Sri Lanka y 10.500 en Indonesia.
En Tailandia, el número de fallecidos ascendió este jueves a 188, después de que 12 provincias del sur del país sufrieran en días anteriores graves inundaciones por las que el nivel del agua acumulada alcanzó los tres metros de altura en algunos puntos.
El temporal llegó a finales de noviembre, cuando tres ciclones coincidieron en el sur y el sudeste de Asia, para rematar un desastroso mes en la región, que antes había experimentado intensas precipitaciones en Filipinas, Vietnam, Malasia y Tailandia.
La temporada de tormentas tropicales y tifones está siendo especialmente dura este año para estos países y expertos atribuyen la intensidad al calentamiento del océano, mientras que su devastador impacto se relaciona con la deforestación o la falta de planificación urbana, entre otros factores.
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