El Departamento de Transporte de Estados Unidos informó que se levantarán las restricciones aéreas establecidas durante el cierre del Gobierno, y a partir del lunes, el Sistema Nacional del Espacio Aéreo volverá a operar con normalidad.
La regulación del Departamento de Transporte de Estados Unidos y de la FAA concluye con la disminución de actividades en 40 aeropuertos, medida que fue anunciada el 5 de noviembre por la administración de Donald Trump debido a la extensión del cierre del Gobierno que inició el 1 de octubre.
El cierre gubernamental federal de 43 días, que se convirtió en el más largo de la historia estadounidense, agravó la escasez de controladores aéreos y provocó recortes de hasta el 6 % de los vuelos en dichos aeródromos, de ciudades como Los Ángeles, Chicago, Miami, Washington y Nueva York.
EE.UU. levanta restricciones aéreas
Las autoridades han decidido terminar con las reducciones de vuelos, las cuales se debían a la falta de controladores aéreos por impagos. Esta decisión se tomó después de que la FAA completara revisiones de seguridad que mostraron una reducción en los incidentes de riesgo, según un comunicado del DOT.
«Quiero expresar mi agradecimiento al equipo de la FAA por asegurar la seguridad de nuestros cielos durante el cierre gubernamental más prolongado en la historia de nuestro país, así como a la paciencia del público por priorizar la seguridad», afirmó el secretario de Transporte, Sean Duffy.
El jefe del DOT destacó el liderazgo del presidente Trump, y que gracias a él los controladores han regresado a sus puestos y ahora las operaciones normales pueden recomenzar.
El secretario señaló que la presencia de los empleados ha ido mejorando desde que se levantó el cierre del Gobierno el miércoles anterior, luego de que ocho senadores demócratas votaran a favor del presupuesto propuesto por los republicanos.
Otras restricciones asociadas al cierre de Gobierno que terminarán son los límites a los lanzamientos comerciales espaciales, los límites en operaciones generales de aviación en 12 aeropuertos y los límites en operativos de paracaídas y fotografías en espacios cercanos a zonas de riesgo de colisión.
La medida, tomada por cuestiones de seguridad ante la ausencia de hasta 3.000 controladores, provocó retrasos que llegaron a superar al día los 9.000 vuelos retrasados o 2.900 cancelados.
«Ahora podemos enfocar nuestros esfuerzos en aumentar la contratación de controladores y desarrollar el nuevo sistema de control aéreo que los ciudadanos estadounidenses merecen», afirmó el secretario Duffy.

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