La justicia de Argentina ha condenado este miércoles a Fernando Sabag Montiel a 10 años de prisión y a Brenda Uliarte a 8 años, al considerarlos culpables del ataque que sufrió la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner el 1 de septiembre de 2022.
Tras 15 meses de audiencias con más de 150 testigos, Nicolás Carrizo, líder del grupo que vendía copitos (algodón de azúcar), fue el único que resultó absuelto. La fiscalía ya había determinado que no estaba al tanto del plan para asesinar a la expresidenta, en el que participaban Sabag Montiel, de 37 años, y Uliarte, de 25.
El tribunal rechazó por unanimidad anular el proceso por supuesta inimputabilidad de Sabag Montiel e incapacidad mental de Uriarte, como habían solicitado sus defensas. También reveló que los fundamentos del fallo serán dados a conocer el 9 de diciembre.
Por el atentado contra Fernández de Kircher, Sabag Montiel fue considerado penalmente responsable del delito de homicidio agravado por mediar el empleo de arma de fuego en grado de tentativa y portación de arma de guerra. Se le dictó una pena de 10 años.
Sin embargo, al sumársele otros delitos por tenencia de material de explotación sexual de menores de edad, su condena total asciende a 14 años.
En el caso de Uliarte, se le consideró partícipe necesaria y penalmente responsable del delito de homicidio agravado por mediar empleo de arma de fuego en grado de tentativa, por lo que se le impuso una pena de 8 años.
El juicio
«Yo la quería matar y Brenda quería que muera», confesó Sabag Montiel el año pasado, cuando declaró por primera vez ante el tribunal, en una tensa sesión en la que reconoció que odiaba a la expresidenta porque le hacía «daño a la sociedad».
Antes, el acusado admitió que jamás había sido violento con ninguna mujer, «solo» con Fernández de Kirchner. Los chats telefónicos que mantenía con Uliarte demostraron el desprecio de ambos hacia la dirigente política, a la que se referían con obscenidades. Este miércoles se declaró inocente y afirmó que esta era «una causa armada»
Los abogados de Fernández de Kirchner intentaron que se investigara a los presuntos autores intelectuales del juicio, pero el tribunal rechazó el pedido, por lo que Sabag Montiel y Uliarte quedaron como únicos responsables del intento de magnicidio. El día que declaró ante los jueces, la expresidenta calificó el proceso como «un desastre total y absoluto».
Las audiencias comenzaron el 24 del junio del año pasado con una lectura detallada de lo ocurrido a las 20:50 horas del 1 de septiembre de 2023 en el barrio de Recoleta, en la ciudad de Buenos Aires, donde vivía Fernández de Kirchner, quien entonces era vicepresidenta argentina. Cada noche, miles de personas acudían a manifestarle su apoyo en medio del juicio que enfrentaba por corrupción. Sabag Montiel y Uliarte aprovecharon para planear el crimen con la intención de confundirse entre los manifestantes.
El crimen
«Fernando Sabag Montiel intentó asesinar a Cristina Fernández de Kirchner. Esperó entre los militantes que se apostaban frente a la vivienda de la vicepresidenta para recibirla y, cuando ella se acercó a la multitud, gatilló sobre su rostro una pistola semiautomática bersa de calibre 32», señaló el secretario del juzgado durante la primera jornada del juicio.
«La bala, milagrosamente, no salió. Mientras Sabag Montiel trataba de volver a disparar, los militantes lo redujeron y entregaron a la Policía. El arma estaba en buen estado y era apta para el disparo», recordó al precisar que el magnicidio no se concretó solo porque Sabag Montiel falló al accionar la corredera que debía dar paso a los cinco cartuchos que se encontraban en la recámara de la pistola.
Con respecto a Uliarte, explicó que también se encontraba en las inmediaciones de la casa de la vicepresidenta al momento del atentado y después se dirigió al domicilio de un exnovio. Los chats entre ambos comprobaron que planearon juntos el crimen.
En agosto pasado, durante la recta final del juicio, la fiscalía solicitó una pena de 15 años de prisión para Sabag Montiel y de 14 para Uliarte, por considerarlos autor y partícipe necesaria del delito de homicidio triplemente agravado por alevosía, por haber sido perpetrado mediante violencia de género (femicidio) en su modalidad de violencia política y por el empleo de un arma de fuego en grado de tentativa.
Durante el proceso, ambos enfrentaron juicios paralelos por otros delitos. Sabag Montiel fue condenado a cuatro años y tres meses de prisión por tenencia y distribución de material de explotación sexual de menores de 13 años, en tanto que Uriarte enfrentó una pena de un año de prisión en suspenso por la tenencia ilegal de un documento de identidad.

RT
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