El Ejército sionista comunicó este miércoles que, a partir de las 12:00 p.m. hora local, estará habilitada por 48 horas una segunda ruta de evacuación que cruza la Franja de Gaza de norte a sur, con el propósito declarado de desplazar forzosamente a los civiles en Gaza y tomar el control total de la misma.
La vía habilitada atraviesa la arteria conocida como Salah al-Din y se conecta con Wadi Gaza, según lo que informó el portavoz en árabe de las fuerzas de ocupación israelíes, Avichay Adraee.
La acción se realiza en medio del avance de la ofensiva terrestre que Israel ha declarado, luego de intensos bombardeos sobre la capital del enclave. Hasta el momento, la única ruta disponible había sido la carretera de Rashid, que discurre paralela a la costa.
Civiles en Gaza desplazados son expuestos a rutas peligrosas
A pesar de la iniciativa, se enfrenta a serios problemas prácticos y humanitarios. La mayoría de los refugiados y desplazados en Ciudad de Gaza se agrupan en el sector oeste, en campamentos cercanos a la playa, que es precisamente el área a la que el Ejército recomendó que se dirigieran. Esto obliga a muchas familias a tratar de cruzar hacia el este en condiciones extremadamente peligrosas y por rutas congestionadas.
El sábado pasado, periodistas de medios locales recorrieron la ruta y comprobaron que el recorrido de aproximadamente 25 kilómetros entre Mawasi, en el sur, y Ciudad de Gaza, en el norte, puede demorarse hasta cinco horas debido al elevado número de vehículos y personas que escapan con sus pertenencias.
El costo económico del desplazamiento, la escasez de tiendas de campaña y la falta de espacio en los puntos designados como «zonas humanitarias» en Mawasi han forzado a miles de desplazados a volver a la ciudad de Gaza o a quedarse en sus hogares pese al peligro.
Las cifras de desplazamiento son objeto de fuerte discrepancia: mientras el Ejército israelí informó que cerca de 350.000 personas han abandonado la capital desde mediados de agosto, la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) sitúa la cifra en torno a 150.000.
Ambas estimaciones coinciden, no obstante, en que la movilidad de la población es masiva y caótica.
El anuncio llega en un contexto de extraordinaria gravedad: una comisión independiente de la ONU, relatores de derechos humanos y organizaciones internacionales acusaron a Israel de cometer genocidio en Gaza desde los ataques del 7 de octubre de 2023.
Las fuentes citadas en los informes, coincidentes con los reportes del Ministerio de Salud gazatí, estiman que cerca de 65.000 personas han sido asesinadas por la ocupación, en su mayoría mujeres y niños, desde aquella fecha hasta hoy en día.
La apertura temporal de la vía no ha disipado el temor y la desconfianza entre la población. Muchos residentes creen que no existe un lugar verdaderamente seguro dentro de la Franja: «La muerte es más barata y más misericordiosa», resumió Umm Ahmed Yunes, ciudadana palestina que optó por quedarse en su vivienda parcialmente destruida, señalando la imposibilidad material de costear el éxodo.
Otra desplazada, Fatima Lubbad, describió como «insoportable» el recorrido con diez familiares desplazándose al sur.
La ruta de Salah al-Din permanecerá habilitada hasta el viernes a las 12:00 p.m. hora local, según la declaración militar. Fuentes sobre el terreno insisten en que, ante la saturación de los puntos de recepción y la escasez de agua, alimentos y refugio, la mera existencia de un corredor no garantiza la seguridad ni la protección humanitaria de quienes intenten utilizarlo.

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