El 3 de agosto, durante su intervención en el 17º Encuentro Nacional del Partido de los Trabajadores (PT) en Brasilia, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva criticó de manera directa a figuras opositoras al Gobierno y líderes de la derecha, quienes han respaldado los aranceles impuestos por la Administración Trump sobre Brasil y «han revelado una vez más su verdadero rostro de traidores a la patria y enemigos del pueblo».
Estamos viviendo una anomalía política: alguien que hacía campaña con la bandera brasileña ahora se envuelve en la de Estados Unidos y solicita impuestos contra Brasil», afirmó Lula al referirse al diputado de São Paulo del Partido Liberal, Eduardo Bolsonaro, hijo del expresidente Jair Bolsonaro, a quien tildó de «enemigo de Brasil», junto a todos aquellos que piden sanciones que repercutirán directamente en el pueblo brasileño.
En Brasil se potencia el comercio con otras naciones
Estas afirmaciones tienen lugar en el marco de la implementación de los aranceles del 50% que Estados Unidos impuso unilateralmente a Brasil, así como de los llamados de este país suramericano a Trump para que retire dichos gravámenes.
La administración de Lula ha decidido evitar el enfrentamiento directo y potenciar su comercio con otras naciones, estableciendo relaciones comerciales firmes, especialmente con China e India.
En el evento de asunción de la nueva dirección del partido PT, liderada por el exalcalde de Araraquara, São Paulo, Edinho Silva, el presidente comentó sobre la guerra comercial iniciada por Estados Unidos. Aseguró que Brasil seguirá buscando negociar la eliminación del aumento arancelario del 50% que Donald Trump impuso a las exportaciones brasileñas.
Lula expresó que esta acción se realizará con dignidad y autonomía, permitiendo al pueblo brasileño restablecer sus símbolos nacionales y al mismo tiempo robustecer sus vínculos con otras naciones.
Brasil ya no tiene la misma dependencia de Estados Unidos; mantenemos buenas relaciones con otras naciones. No puedo olvidar nuestra historia con Estados Unidos, que se remonta a más de 200 años, pero tampoco puedo pasar por alto que llevaron a cabo un golpe de Estado en 1964.»
También mencionó la urgencia de crear una moneda que sirva como alternativa al dólar, siendo esta una de sus ideas más relevantes en la reciente cumbre del grupo BRICS en Río de Janeiro. «No me rendiré en la discusión sobre la necesidad de una moneda alternativa para el comercio con otros países. No buscamos conflictos, pero no tememos», subrayó.
En la reunión, el presidente declaró algo significativo para su partido y sus seguidores: buscará la reelección si se encuentra en buena salud. «Debo estar en óptimas condiciones. No permitiré que me suceda lo mismo que a Biden. A pesar de que tengo 80 años, tengo la energía de alguien de 30, así que pueden confiar en mí. Si decido ser candidato, lo haré con el objetivo de ganar».
Recientemente, el gobierno presentó un plan de aproximadamente 842 millones de dólares destinado a favorecer la urbanización de numerosas favelas, como parte de su compromiso por mejorar las condiciones de vida de los brasileños que se encuentran en situación de extrema pobreza.
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