Este martes se desató un gran incendio devastador en el sur de Francia, lo que ha llevado a la movilización de 700 bomberos.
El fuego ha devastado ya 700 hectáreas y ha impactado a varias viviendas. Como resultado, las autoridades han cerrado el aeropuerto de Marsella y han interrumpido el tráfico ferroviario en la región.

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