Un verdadero, multitudinario y emocionante Miércoles Santo se vivió este 16 de abril en la Catedral de Maturín, con motivo de la misa y procesión en honor al Nazareno de San Pablo.
Como es tradición, los feligreses y devotos acudieron al principal templo de Monagas ataviados con túnicas moradas, indicando que han recibido favores y pagando promesas con mucho fervorpor el milagroso Nazareno.
El padre Samael Gamboa, párroco de la Catedral, afirmó que muchas personas acudieron vestidas de morado para darle gracias por los favores concedidos, presentando sus promesas y peticiones.
En horas de la tarde, la misa la ofreció el Obispo de la Diócesis de Maturín, Monseñor Enrique Pérez Lavado, quien recordó a los asistentes la importancia de la penitencia y el recogimiento espiritual en estos días santos.
Como muchos devotos, la señora Carmen Sánchez acudió con su familia y manifestó que tiene cáncer de mama y mucha fe. «Tengo mucha fe, y estoy segura que el Nazareno me ayudará a superar este momento», declaró.
Multitudinaria demostración de amor y fe por el Nazareno
Al finalizar la ceremonia, dio inicio la esperada procesión por el sector Barrio Obrero, donde una multitud recorrió las calles en un emotivo acto de veneración y agradecimiento.
Vestidos con túnicas moradas, portando velas y oraciones, los devotos acompañaron la imagen del Nazareno en señal de promesa cumplida y gratitud por los favores recibidos.
El gobernador del estado, Ernesto Luna, también se hizo presente en la actividad, en un acto de comunión con el pueblo y expresión genuina de la identidad monaguense.
En vísperas del Triduo Pascual, Maturín reafirmó su espiritualidad con una jornada marcada por el amor, la fe y la esperanza, bajo la mirada compasiva del Nazareno que, año tras año, recorre las calles para tocar los corazones de su pueblo.









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