La tradición cristiana, que se remonta al siglo IV, señala la Noche de Reyes, fin de la Navidad y víspera de la Epifanía (fiesta cristiana), como el momento de descolgar el árbol de Navidad y recoger los adornos.
Después del Adviento, que se describe mejor como el periodo de cuatro semanas antes de Navidad en preparación y celebración del nacimiento de Jesús, las celebraciones navideñas tradicionalmente comenzaban el día de Navidad y duraban 12 días (conocidos como los 12 Días de Navidad), terminando la noche del 5 de enero, conocida como la Noche de Reyes.
La Noche de Reyes es la noche anterior a la Epifanía y es el momento en el que deben retirarse los adornos navideños, según declaró un portavoz de la Iglesia de Inglaterra en el diario The Telegraph. La Epifanía, en cambio, es el día en que la tradición eclesiástica marca la llegada de los Reyes Magos para entregar sus regalos al Niño Jesús: el día en que algunos añaden los Reyes Magos a sus belenes».
Sin embargo, hay otra tradición, quizá menos conocida, que establece que hay que quitar el árbol de Navidad en Nochevieja (31 de diciembre). antes de medianoche, para los supersticiosos, se cree que puede traer mala suerte en Año Nuevo si se deja el árbol más tiempo del indicado.
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