Miles de fieles se concentraron este sábado en la Plazoleta de la Basílica de Maracaibo para presenciar la «Bajada de La Chinita», acto inicial de las celebraciones que se extienden hasta el 30 de noviembre.
Bajo el fuerte sol que acompaña a Maracaibo pero en medio de un ambiente emotivo y lleno de alegría y fe, la Madre de Dios se reencuentra con su grey bajo el lema «Camino de Esperanza y de Paz».
La Eucaristía, que estuvo llena de música y mucho fervor, fue oficiada por el obispo de Maturín Enrique Pérez. En sus palabras, celebró que llegó la tan esperada bajada de la Virgen María, en su advocación de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá.
«La Virgen siempre está con nosotros, pero este día camina junto a su pueblo, el milagro de la renovación religiosa es su demostración de la protección de sus fieles», dijo.
Funcionarios de los distintos cuerpos de seguridad ejecutaron un operativo especial para velar por las medidas de resguardo ante la gran asistencia de fieles. De acuerdo con los organizadores cerca de 20.000 personas asistieron a este tradicional evento.
Este año se cumplen 315 de la renovación mariana y 82 años de la coronación canónica. También se conmemoran también 125 años de la Consagración de Venezuela a Jesús Sacramentado, que forma parte del lema de las fiestas patronales de este año.
El padre Jesús Colina lo reiteró en distintas oportunidades: «Chiquinquirá, camino de esperanza y paz, ¡125 años consagrados a su hijo!».
Emotivo descenso por el tobogán con una plegaria de paz
La Dama del Saladillo bajó al encuentro con su pueblo con un corto manto inspirado en el Santísimo Sacramento del Altar, representando el cuerpo y la sangre de Cristo, elaborado en encaje rose gold recamado con perlas, cristales y finos detalles. La pieza fue ofrendada por familia Santana Rodríguez y diseñado por Rafael Tapia.
«Hay fiesta en El Saladillo», fue la expresión con que inició la bajada de la Virgen Chinita, acompañado por el repertorio de gaitas de bienvenida que le dedican los Chiquinquireños, integrado por conocidos exponentes del género en Venezuela.
«Chinita amada, chinta querida ¿Qué gaita quieres que cante?», esa fue la canción con la que inició el conjunto musical.
Al mismo tiempo la feligresía oró a una sola voz. La paz del mundo y de Venezuela fue la principal intensión que elevó el padre Jesús Colina, párroco de la parroquia San Alfonso María de Ligorio.Mientras la Virgen descendía con un impactante juego de luces, Colina recordaba que la bajada se desarrolla en medio del natalicio del beato José Gregorio Hernández.
Posteriormente se hará la procesión con la cual se continuará las fiestas patronales que culminan el 30 de noviembre con la Aurora y Subida de la Reina Morena.
Con estas festividades comienza formalmente la temporada de feria y navidad en esta región.
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