Isabella Calzadilla, de 10 años de edad, llena de vida, metas y sueños por cumplir, fue intervenida quirúrgicamente este sábado 12 de octubre para el primer recambio de su marcapasos.
La chiquilla, que cursa el sexto grado en la Escuela Básica “Caripe”, en la parroquia Santa Cruz del municipio Maturín; es paciente del Centro Cardiovascular de Oriente (CCO) “Dr. Miguel Hernández” y llegó acompañada de su madre, Yibely López, al Hospital Universitario “Dr. Manuel Núñez Tovar”, donde fue operada exitosamente por los electrofisiólogos Pedro Cabeza y Luis Rivas.
Cabeza refirió que Isabella presenta un bloqueo congénito, lo que le dificulta la normalidad del ritmo cardiaco, razón por la cual ameritó el implante al poco tiempo de nacer.
“La longevidad de un marcapasos se estima entre 10 y 12 años, y durante ese tiempo proporciona a quienes lo portan tranquilidad y calidad de vida. Es por ello que, de manera continua, realizamos estas cirugías gratuitas a nuestros pacientes del Cardiovascular en el Núñez Tovar”, precisó.
Corazón débil
“Su hija nació con un corazón débil, me informaron los médicos cuando Isabella presentó los síntomas propios de esta condición cardiaca; y fue así cuando el 5 de octubre de 2015 le realizaron el implante del marcapasos”, puntualizó la madre de la niña.
López destacó que ella y su hija están totalmente confiadas en Dios y se sienten agradecidas por el excelente trato que han recibido del personal sanitario, al tiempo que destacó el apoyo incondicional que les ha dado el gobernador Ernesto Luna, “no sólo a mi hija, sino a todos los pacientes que en estas mismas circunstancias han sido asistidos por Luna y por el Gobierno nacional”.
La niña, quien sueña con ser investigadora penalista, científica en criminalística, aseveró sentirse orgullosa de Dios por hacerla fuerte para esta operación. “Los amo a todos”, dijo antes de ingresar al pabellón.
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