La selección de Argentina goleó a Chile 3-0 en la fecha de eliminatorias mundialistas rumbo a EE.UU./Canadá/México 2026.
En una sucesión de hechos inolvidables, sin Di María ni Messi, con la vuelta olímpica de los bicampeones de América.
No hay sorpresas ni siquiera un 5 de septiembre y aquellos fantasmas del 93. Tampoco ya duele Chile y sus finales. Si Argentina, de hecho, acaba de ganarle otra vez (y de ñapa golearlo 3 a 0) para seguir en lo más alto en el camino rumbo al Mundial 2026.
La llamada Scaloneta lo mostró todo en el partido, incluso cuando el resultado no lo acompañó en el primer tiempo.
El palo salvó a Emiliano Martinez. (Photo JUAN MABROMATA / AFP)
Que el palo haya salvado a la Selección de un gol que no merecía recibir en el desarrollo, que haya asumido el protagonismo del partido con decisión y con empuje, no quita que en esos primeros 45 le faltó claridad y, por momentos, serenidad.
En ese contexto, en el PT, Argentina propuso y dispuso. Porque tuvo tres situaciones para marcar la diferencia mucho antes. No de mano a mano ni de cara a cara, pero sí construidas y elaboradas. Una de Julián que remató alto, una de De Paul (de gran jugada con Lautaro) que tapó Arias y un cabezazo de Nico González que también contuvo abajo el arquero de Racing.
Segundo tiempo distinto
Ya desde el arranque mismo, en esa jugada para el 1-0 que lo enchufó otra vez y que marcó un quiebre en el partido. Porque ahí la selección argentina mostró de lo que es capaz de hacer más allá de sus ausencias.
Su conocimiento, su circuito de juego, su jerarquía, a fin de cuentas. De Paul la inició, Julián se abrió para tirar el centro, Lautaro la dejó pasar sabiendo lo que iba a suceder, y Alexis definió entrando por sorpresa con un golazo.
Alexis definió entrando por sorpresa. (AP Photo/Gustavo Garello)
A partir de ahí, con un De Paul en modo Messi, haciéndose cargo de su parte, pero también de asistir, de conducir, de generar y de provocar, Argentina dominó a Chile (por momentos) como quiso. De hecho, sólo sufrió con alguna contra.
Por eso, cuando Julián Álvarez liquidó la historia con ese golazo de delantero de élite, ya no quedó más que volver a disfrutar de este equipo.
Y de otro triunfo, y de otra goleada. y de otra fiesta, y de otra tapada del Dibu, y de otro gol de Dybala en el final (para hacerle honor a la 10 Leo) y sí, de otra vuelta olímpica en el Monumental.
Dybala liquidó el partido. (AP Photo/Natacha Pisarenko)
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