Esta tarde a las 4:00 pm. la selección de Venezuela, la Vinotinto juega en El Alto, ante el combinado de Bolivia, por las eliminatorias mundialistas 2026.
“Se juega donde se vive”, reza una oración pintada de blanco con el fondo verde de un césped sintético.
La frase está ubicada a pocos metros del ingreso del rectángulo de juego del estadio Municipal de Villa Ingenio, ubicado en El Alto, cerquita de La Paz. Allí, Bolivia recibirá a Venezuela este jueves, por la séptima fecha de las eliminatorias sudamericanas. Un escenario muy particular, por ser uno de los de mayor altitud en el mundo. Además, no hay antecedentes de un partido a nivel de selecciones a esa altura.
La decisión fue respaldada por Conmebol ya que cumple con todos los requisitos para que el duelo se dispute allí. Bolivia tradicionalmente jugaba en el estadio Hernando Siles, de la ciudad de La Paz, ubicado a unos 3600 metros sobre el nivel del mar. Pero para este importante duelo de las eliminatorias decidió cambiar de escenario y el partido frente a la Vinotinto se jugará en el Municipal de Villa Ingenio, que está a una altitud de 4150 metros.
El “Coloso de Villa Ingenio”, apodado así por los hinchas, es la casa de Always Ready. El estadio posee una capacidad para 25.000 espectadores, comenzó a construirse en 2013 y fue inaugurado cuatro años después, el 16 de julio de 2017.
Defensa y Justicia fue uno de los equipos argentinos que jugó en El Alto este año. Fue el día 7 de mayo, por la cuarta fecha de la etapa de grupos de la Copa Sudamericana, con victoria de los locales por 3 a 0. El que se salvó de sufrir la altura de ese escenario en 2022 fue Boca, que se midió ante Always Ready por la etapa de grupos de la Libertadores. El enfrentamiento fue en el Hernando Siles, con triunfo del Xeneize por 1 a 0.
Está claro que a nivel de selecciones es el partido oficial e internacional que batirá el récord de altura.
Sin embargo, vale aclarar que el de Villa Ingenio no es el más alto del mundo, sino el segundo. El primero de todos es el Daniel Alcides Carrión, en Cerro de Pasco, Perú, que está a 4338 metros sobre el nivel del mar. Este es el hogar del club Unión Minas y, según reconoce la FIFA en su revista oficial, ningún terreno de juego está ubicado a mayor altitud.
La realidad de la selección boliviana no es la mejor en las eliminatorias. Ubicado en el penúltimo lugar con tres unidades, con una victoria y cinco derrotas, debe sumar de manera urgente para alcanzar el objetivo de clasificarse al Mundial de Estados Unidos, México y Canadá de 2026. Para eso, debe al menos alcanzar a Paraguay, selección de la que está dos unidades por debajo y que por ahora está ingresando a un repechaje, y a cuatro de Brasil, el último de los que se está clasificando de manera directa a la próxima copa. Para eso, este cambio de localía podría jugar un papel fundamental, para aprovechar una geografía que le permita alcanzar logros deportivos.
Para este partido, Bolivia tendrá el debut de Oscar Villegas como entrenador, en reemplazo del brasileño Antonio Zago. En este contexto, el DT de 54 años decidió convocar a futbolistas que se sientan habituados a jugar en la altura. Entre ellos se destacan seis jugadores de Always Ready, equipo que dirigió hasta julio de este año. Además, llamó a otros seis que visten la casaca de Bolívar, club que juega en La Paz.
Sobre el cambio del estadio, Villegas habló con medios bolivianos y expresó: “El fútbol está hecho de detalles, no quiere decir que con esto vamos a ganar”. Además, se refirió al buen estado del césped: “Más que por una cábala o por la altura, se trata de que ahí está el mejor campo del país, donde podemos desarrollar buen fútbol”, comentó.
“No se trata de ir cada vez más arriba, sino de aprovechar un buen terreno de juego que nos permita mostrar un buen fútbol”, añadió. Por último, Villegas recalcó: “Todo el mundo reclama por la altura, pero lo fundamental es que este es el mejor campo para jugar bien”.
Venezuela se adapta a las condiciones
El argentino Fernando Batista, entrenador de la selección de Venezuela, también fue consultado sobre cómo será jugar allí, pero relativizó el tema: “Lo primero es hablar lo menos posible de la altura, pensar que vamos a jugar un partido difícil, contra un rival que va a querer ganar y aprovechar a algunos jugadores que están adaptados”.
Luego, contó cuál es el plan: “Tenemos que adaptarnos al ritmo del balón, sabemos que en la altura tiene un pique distinto”.
Por último, se refirió a la adaptación que tienen algunos de sus dirigidos: “Lo único que pensamos nosotros es que tenemos varios jugadores que juegan en la altura y eso nos va a servir para armar el partido del jueves”.
Carlos Salinas, cardiólogo del Instituto Boliviano de Biología de Altura, mencionó que no hay estudios concluyentes sobre el impacto de jugar a más de 4.000 metros.
Sin embargo, indicó que una evaluación en 2007 a ciclistas que compitieron a esas alturas no mostró efectos negativos en la salud. Jesús Jiménez, epidemiólogo, recomendó que cualquier deportista se someta a una evaluación previa y a un período de adaptación antes de competir en la altura.
A pocas horas del inicio del partido, muchos trabajadores del estadio realizan los últimos mantenimientos al drenaje del césped natural, que fue traído de Alemania. Mientras tanto, en la ciudad de El Alto se preparan con mucha expectativa para acompañar a su selección, que sueña con volver a la Copa del Mundo, porque allí saben que “se juega donde se vive”.
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