En vísperas de la celebración de la Vírgen del Valle, Patrona de Oriente, los devotos en Maturín expresaron que desde ya se encuentran realizando la planificación y afinando los detalles para lo que será su fiesta de cumpleaños, que como de costumbre realizan año tras año, en señal de fe y agradecimiento por los milagros realizados.
En tal sentido, la señora Teresa Sifontes señaló que lleva más de 25 años realizando la fiesta de Vallita en el sector Los Cortijos de la parroquia Las Cocuizas, una celebración a la cual se le unen muchos de sus vecinos para compartir en ese día tan especial.
«Es muy bonito para todos hacer de esa fecha algo maravilloso, yo solía hacerle siempre su vestido, pero ya van 12 años que no he podido, porque lleva muchos metros de tela, ya que es grande. En total tengo más de 20 vestidos confeccionados por mi, con mucho amor, me gusta hacer una misa con mis vecinos y un rosario», añadió.
De esta manera, dejó saber que entre las actividades que planifican se encuentran los juegos tradicionales como las carreras de sacos y huevo en cuchara para que los niños y niñas de la comunidad se diviertan.
«Anteriormente solía hacer un susú con los vecinos, para así comprar las cosas de la fiesta, decoraba con globos, hacía un sancocho, rifas y cotillones para los niños y hasta le traía mariachis, eso era cuando se podía, pero ahorita con mucho esfuerzo le hago algo más sencillo, siempre con su torta o besos de coco que no pueden faltar para así cantarle el cumpleaños el 8 de septiembre», afirmó.
La celebración de La Virgen de Valle
Por otro lado, Sifontes destacó que el rosario lo hacen con una semana de anticipación, cada día en una casa diferente o del que así lo solicite, piden por la salud, la unión y la felicidad de todos.
Asimismo, la señora Sonia Marcano, habitante del sector La Manga indicó que la imagen de la Virgen del Valle que ella tiene fue creada por el mismo escultor que hizo la imagen que está en el altar e la Catedral de Margarita. Desde hace más de 40 años le ha confeccionado su vestido.
«Siempre antes del 8 de septiembre le hago su rosario de casa en casa, hasta llegar al novenario, le hago su respectiva fiesta al regresar de la procesión y también la llevo en una carrucha decorada hasta la iglesia para que el padre me la bendiga», expresó.
Marcano comentó que esta tradición viene de generación en generación, primero comenzó con su mamá y ahora con ella que tiene 85 años y espera que sus nietos la continúen.
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