Dieciocho personas murieron en Katmandú al estrellarse un avión durante el despegue, y sólo el piloto sobrevivió, indicó a la agencia AFP la policía de la capital de Nepal.
El avión de Saurya Airlines llevaba a bordo a dos tripulantes y a 17 empleados de la empresa, según explicó el portavoz Dan Bahadur Karki.
«El piloto fue rescatado y está siendo atendido», dijo. Aparte de él, «se han encontrado 18 cadáveres, entre ellos el de un extranjero».
Gyanendra Bhul, un representante de la autoridad de aviación civil, señaló a AFP que el motivo del vuelo eran tareas de mantenimiento o bien técnicas, sin más detalles.
Ni él ni el portavoz de la policía facilitaron la nacionalidad del único extranjero a bordo.
En imágenes compartidas por el ejército podía verse el fuselaje del avión partido y carbonizado.
El aparato se estrelló sobre las 11H15 hora local (05H30 GMT), indicó el ejército, añadiendo que su equipo de respuesta rápida estaba ayudando en las tareas de búsqueda y rescate.
La web de noticias Khabarhub reportó que el avión se incendió tras salirse de pista.
El avión se dirigía a Pokhara, un importante destino turístico del país.
Saurya Airlines utiliza solamente aviones Bombardier CRJ 200, según su página web.
La industria aérea nepalí creció con fuerza en los últimos años, facilitando el transporte de personas y mercaderías a zonas de difícil acceso, así como montañistas.
Sin embargo, se ha visto lastrada por sus deficientes normas de seguridad.
La Unión Europea prohibió a todas las aerolíneas de Nepal sobrevolar su espacio aéreo por motivos de seguridad.
El último accidente de envergadura de un avión comercial se produjo en enero de 2023, cuando un aparato de Yeti Airlines se estrelló al tratar de aterrizar en Pokhara. Murieron las 72 personas a bordo.
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