Edith Suárez, quien cumplió 80 años este miércoles 10 de julio, acudió en compañía de su hijo al Liceo Nacional Bolivariano Rafael María Peña Saavedra, en la parroquia Las Cocuizas, de Maturín, para recibir un tensiómetro.
Edith quedó padeciendo de la presión arterial a raíz de dos eventos muy dolorosos que marcaron su vida. La muerte de su hijo, quien falleció hace once años, producto de un cáncer de colón, y la muerte de su esposo, quien este próximo miércoles 24 de julio, cumplirá tres años de fallecido.
Esta mujer habitante del sector La Democracia, parroquia Las Cocuizas, de Maturín, refirió que esta es la tercer vez que recibe una ayuda del Sistema del 1×10.
«Primero fueron unas muletas, luego, una prótesis dental por la Misión Sonrisa y ahora, este tensiómetro».
Ella atribuye el carácter humanista del Sistema del 1×10 a la personalidad noble del presidente Nicolás Maduro, a quien conoció de niño, cuando trabajaba con su mamá en el Hospital Dr. Miguel Pérez Carreño, de Caracas.
«Yo conocí a Maduro cuando estaba pequeño, ya que su mamá lo llevaba al Pérez Carreño. Y sí, quisiera de verdad hablar con él para contarle todo esto. Yo fui enfermera del Hospital Dr. Miguel Pérez Carreño por 30 años. Su mamá, enfermera también , lo llevaba los fines de semana cuando nos tocaba guardia. Ella en el piso 7 y yo en el 5.
«Me acuerdo que iba con su pantaloncito corto y era gordito, era muy bello (risas). Ella se lo llevaba porque no tenía con quien dejarlo. Maduro tenía más o menos 5 ó 6 años en ese entonces. Cuando lo tenían en el servicio era un niño excelente, cariñoso muy bello. A ese niño todos los queríamos ahí. Maduro era un niño muy querido. Hasta se lo llevaban a pasear por todos los pisos porque se portaba muy bien Y siempre quería, conocer, curiosear», contó Edith.
De acuerdo con la experiencia de Edith Suárez, la nobleza de Nicolás Maduro es una prueba viva de que detrás de cada decisión política, hay un corazón dedicado al servicio del pueblo venezolano.
El testimonio de Edith Suárez le permitió no solo conocer a un niño excepcionalmente bueno y querido, sino que esta cercanía le ofrece una visión más allá, asegurando que esa esencia y humildad, impregna humanidad a sus políticas actuales.
Durante la jornada de este jueves 11 de julio, el Comando Municipal del 1×10, en Maturín, logró atender un total de 323 casos, distribuidos entre las parroquias Santa Cruz (100), Boquerón (109) y Las Cocuizas (114).
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