Más que algo personal, la periodista y docente de la Universidad Bolivariana de Venezuela Monagas, Judith González, considera que el logro del Premio Nacional de Periodismo «Simón Bolívar» y el «Eco de Maturín» en la mención Investigación y docencia representan un reconocimiento al trabajo que se desarrolla en la UBV Monagas y una gran motivación.
Muy emocionada se mostró Judith y con sobradas razones, al relatar todo lo que ha vivido en los últimos días al saberse ganadora de estos premios, producto de 29 años de servicio ininterrumpidos en el ejercicio de la profesión como periodista y docente en Monagas.
Durante el programa «La Verdad Radio TV», que modera Estrella Velandia en Monagas Visión, González contó que envió los recaudos al Premio Nacional, con la ilusión que Monagas fuese tomada en cuenta entre 200 trabajos de todos el país. Sin embargo, fue su libro «El Mensaje Oculto»: Aportes para la recepción crítica de medios”, quien llamó la atención del jurado calificador de los galardones que en muy buena lid obtuvo este año, en el marco del Día Nacional del Periodista.
«Soy trujillana, estudié en la Universidad del Zulia y egresé en 1995. Desde entonces, nos vinimos a Monagas a trabajar en Maturín. Tengo 29 años en la entidad y 19 en el ejercicio de la docencia, en la UBV, en el Programa de Formación de Grado de Comunicación Social».
Destacó que como reportera estuvo en la transición de Venpres, la Agencia Bolivariana de Noticias y luego, la Agencia Venezolana de Noticias. «Esa fue una experiencia interesante, en el caso de la corresponsalía es representar al país, de ser el portavoz de los distintos eventos noticiosos que se produzcan. De allí, el Presidente Hugo Chávez en 2004 creó las misiones educativas con Misión Sucre, para brindar el apoyo de estudios a personas que no habían tenido esa oportunidad. En ese proyecto de emancipación, se hizo un llamado a distintos profesionales como el profesor Richard Ávila, Ana Sánchez, Álvaro Cañizález, José Luis Zabaleta, Gilberto López, entre otros, a quienes se nos convocó para ver si podíamos ser los fundadores del PFG de la UBV Monagas.
Nunca pensó ser docente
Aseguró Judith que pensaba que primero debía formarse más en el ejercicio profesional antes que ser docente.
«Recuerda que un periodista es un maestro ante las masas. Decidimos asumir el reto y tomar la posibilidad porque nos llamaba la atención el enfoque que se le estaba dando. En ese momento, los estudiantes eran mayores que nosotros los profesores, brindando la oportunidad de estudios a matrículas que no habían tenido la posibilidad de acceder al sistema de educación universitaria».
Consideró que ese reto les sirvió para hacer un aporte para la construcción de esa Patria que todos queremos e iniciar, un grupo de profesores que fueron llamados por Armando Ramos, quien hoy es el Director del Eje Oriental, y quien fue el responsable de apoyarlos para dar ese paso.
Lo mejor es que la Universidad nos ofreció la posibilidad de seguir formándonos para crecer en el desarrollo académico.
«Tengo la maestría en Educación y el doctorado con este trabajo de ascenso. En principio, más que un logro personal, yo lo veo como un reconocimiento para la Universidad Bolivariana de Venezuela y al estado Monagas», comentó con mucho orgullo.
El libro, «El Mensaje Oculto»: Aportes para la recepción crítica de medios” fue el trabajo de ascenso que desarrolló el año pasado, aprobado mención publicación para optar al escalafón como docente asociada.
Los docentes están llamados a ascender cada cierto tiempo, y para ello, la exigencia es presentar trabajos de investigación para pasar de instructor hasta llegar al escalafón de docente titular.
«Todo es muy exigente, sobre todo con una investigación que debe rendir resultados, no tanto de una investigación que llene nuestro ego. El asunto es que debe tributar a la solución de problemáticas reales en el campo educativo, con aportes para seguir transformando la educación y la Comunicación Social en una Universidad como la UBV Monagas, investigación que concebí como un libro. Este sería mi segundo libro. El primero fue «Cubriendo a Chávez» donde relaté mi experiencia en la cobertura periodística con crónicas de actividades del Presidente Hugo Chávez que fue presentado en la Filven».
Este segundo libro, que fue el premiado, tiene que ver con unas líneas de investigación desarrolladas en el campo de la Comunicación Social como el análisis crítico del discurso, la educación crítica para entender los medios, cómo saber comprender si estamos ante una noticia falsa o no, el tema de los fake news, cómo distinguir entre lo que es entretenimiento y lo que es noticia, ese tipo de elementos están reseñados allí en este libro que próximamente será publicado, arrojando algunas propuestas que en un objetivo inicial eran para ser implementadas en el PFG de Comunicación Social para ser desarrolladas en módulos de enseñanza como un diplomado para impartir estas estrategias que permitan a los usuarios formar parte del hecho comunicacional, contribuyendo a la democratización de la comunicación.
También plantea que los medios de comunicación asimilen de forma positiva cómo pueden transformarse y cambiar algunos aspectos que deben evaluar.
Se enteró que había ganado el Premio Nacional durante una actividad en la UBV durante una conferencia con el profesor Cosme Arzolay.
«En plena conferencia, entraron como seis llamadas y las desvié porque estábamos en la actividad». Al salir, recibo la llamada del Minci, pensaba que era por los proyectos aprobados con financiamiento. Luego, al enterarme del Premio fue una gran satisfacción, donde estaban participando más de 200 trabajos y el jurado calificador mencionó que les había llamado mucho la atención el libro que ahora espero sea publicado».
Agradecida con su familia y colegas
Agradeció todos los mensajes de la familia, especialmente de su mamá e hijos, de los colegas, los estudiantes, eso ha sido muy reconfortante. «Este es un reconocimiento para Monagas y para la mujer investigadora y como docente, al ser protagonista de distintas facetas. Para todos fue una fiesta interna, un logro colectivo. De mi familia, mi papá, ya fallecido, siempre se preocupó porque nosotros estudiáramos y cada logro en el campo de la educación para él eso era un orgullo. Siento que donde él esté, está muy feliz por esto. Mi papá y mi mamá siempre serán los faros que guiarán mis pasos. Ellos lo hicieron muy bien y ahora nosotros tenemos que seguir construyendo desde nuestras áreas».
Y sus dos hijos, Miguel Ángel y Silvia de 19 y 27 años, están más que orgullosos. «Inicialmente el premio nacional se iba a entregar el 27 de junio. Y había tomado la decisión de que mi hija recibiera el Premio regional Eco de Maturín, pero cambiaron la fecha. Ellos se sienten muy orgullosos».
El profesor Daniel Azócar fue el primero que se enteró, y casi lloraba al igual que sus compañeros porque ellos no sabían que había participado. «Ahora el compromiso es mayor para seguir desplegando ese aporte, pese a las situaciones económicas afrontadas, pero ello no nos amilana porque al mal tiempo, buena cara porque cuando hay crisis, hay una oportunidad de desarrollo».
Reflexionó al concluir indicando que «quien se sienta que está perdido, busque el código de ética, para seguir apostando a la construcción a la Patria que deseamos».
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