El Arzobispado español de Burgos tomará medidas legales si un grupo de diez monjas excomulgadas el sábado no se retiran voluntariamente del monasterio, para lo cual se les ha otorgado un plazo «prudencial» no especificado.
Este lunes, el arzobispo de Burgos, Mario Iceta, en su papel de comisario pontificio y representante legal de los conventos de Belorado, Orduña y Derio en el norte de España, informó que las diez religiosas, al ser expulsadas de la vida consagrada, ya no tienen permiso legal para quedarse en los monasterios.
En una conferencia de prensa, Iceta confirmó que se les ha enviado una comunicación para aclarar la situación. Aunque él cree que saben que si salen de la Iglesia, deben abandonar los monasterios, ya que son bienes eclesiásticos que pertenecen a las comunidades.
Iceta reiteró que el proceso de salida se llevará a cabo de manera tranquila y serena, y se les dará un plazo adecuado, ya que no se desea actuar de forma precipitada.
«Se espera que ellas comprendan que, al no ser religiosas, no podrán quedarse en el monasterio de Belorado, donde actualmente viven», insistió. El arzobispado está considerando esperar hasta principios de julio, pero no ha establecido un plazo definitivo.
Monjas excomulgadas
La excomunión puede ser revocada si las exmonjas piden perdón y siguen el proceso necesario para regresar a la Iglesia católica.
Iceta también mencionó al falso obispo Pablo de Rojas, quien fue excomulgado en 2019, y al también falso sacerdote José Ceacero. Se les ha pedido formalmente que abandonen el monasterio, pero continúan allí de manera obstinada y desafiante.
Iceta señaló que habrá una gran diferencia entre las hermanas y estos dos, ya que después de cuatro semanas sin cumplir con las solicitudes del arzobispo, serán los servicios legales los que les pedirán legalmente que se vayan.
Como comisario pontificio, Iceta ha asumido el control total del monasterio en términos religiosos, patrimoniales y económicos.
Por su parte las diez clarisas españolas declararon haberse «separado voluntariamente» de la Iglesia católica y se pusieron bajo la tutela del obispo no reconocido por la Iglesia.
El Arzobispado de Burgos informó el sábado de que Iceta había comunicado el decreto de excomunión y la expulsión ipso facto de la vida consagrada a todas y cada una de las diez hermanas que incurrieron en cisma.
Las monjas habían enviado el viernes un burofax al arzobispado en el que rechazaban comparecer ante el Tribunal Eclesiástico, como se les había pedido, al no reconocer su autoridad, y comunicaron su «unánime e irreversible posición» de abandonar la Iglesia católica.
El pasado 13 de mayo estas diez religiosas comunicaron, con un manifiesto y una carta pública, su salida de la Iglesia católica para ponerse bajo la tutela de la Pía Unión Sancti Pauli Apostoli, fundada por el falso obispo Pablo de Rojas.
El origen del conflicto está en la negativa por parte de las autoridades eclesiásticas a que las monjas pudieran vender un convento que tienen en propiedad y que está vacío, para hacer frente a la compra de otro monasterio.
(Con información en EFE)
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