José Raúl Mulino, el presidente electo de Panamá, anunció este jueves su plan para deportar a los migrantes que crucen la selva del Darién, frontera con Colombia, en su trayecto hacia Estados Unidos.
Más de 520.000 personas, en su mayoría venezolanos, cruzaron en 2023 la inhóspita selva, lo que ha obligado al gobierno panameño a destinar recursos para asistirlos. En el primer trimestre del año hicieron la travesía más de 110.000 personas, según cifras oficiales.
«Para terminar la Odisea del Darién, que no tiene razón de ser (…), iniciaremos con ayuda internacional un proceso de repatriación con todo apego a los derechos humanos de todas las personas que están allí», dijo Mulino durante un discurso en el acto en que la Junta Nacional de Escrutinio lo proclamó formalmente como próximo presidente para el periodo 2024-2029.
Presidente electo de Panamá
Mulino había anunciado el 16 de abril, en una caminata de campaña, su intención de «cerrar» el Darién, la frontera selvática de 266 km de longitud y 575.000 hectáreas de superficie, que se ha convertido en los últimos años en un corredor para los migrantes que desde Sudamérica tratan de llegar a Estados Unidos.
«Para que sepan los de allá [en naciones de Sudamérica] y los que quisieran venir, que aquí el que llega se va a devolver a su país de origen», añadió Mulino, abogado derechista de 64 años, quien debe asumir el mando el 1 de julio.
«Nuestro Darién no es una ruta de tránsito, no señor, esa es nuestra frontera», agregó Mulino, quien sustituyó como candidato al inhabilitado exmandatario Ricardo Martinelli (2009-2014), a cuya popularidad debe su triunfo en las elecciones del domingo.
En la campaña electoral estadounidense, la migración es un tema de gran importancia. El secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, anunció el miércoles una ayuda de 578 millones de dólares para América Latina durante una conferencia en Guatemala. También se mencionaron sanciones para aquellos que faciliten la migración irregular.
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