Las Lluvias intensas en Marruecos de la semana pasada aumentaron el nivel de agua embalsada en un 23 %, lo que benefició a los acuíferos y a la producción de frutas y verduras en un país donde la agricultura desempeña un papel crucial. Sin embargo, no lograron aliviar la sequía que afecta al país desde hace seis años.
Aunque las intensas lluvias han caído, especialmente en el norte del país, los embalses se sitúan en un 32 % de su capacidad, sin lograr recuperar los niveles alcanzados en el mismo mes de 2023, que fueron del 34 %.
Lluvias intensas en Marruecos lograron llenar sólo 23,4% de los embalses
Después de un otoño extremadamente seco, Marruecos experimentó sus primeras lluvias en diciembre, las cuales solo lograron llenar los embalses hasta un 23,4 % de su capacidad. Posteriormente, el país atravesó dos meses sin precipitaciones.
Ante esta situación, en enero de este año, el país implementó restricciones en el uso de agua para riego, en baños públicos y para llenado de piscinas. También redujo la presión en las tuberías para consumo humano, al mismo tiempo que prohibió el cultivo de hortalizas y frutas que requieren grandes cantidades de agua, como la sandía o la zanahoria, en zonas críticas.
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