Las autoridades de República Dominicana están planeando una evacuación aérea de sus funcionarios en Haití, debido al aumento de la violencia que se está experimentando en el país vecino.
El sábado pasado, el ministro de Defensa de la República Dominicana, Carlos Luciano Díaz Morfa, sostuvo una reunión con oficiales del Estado Mayor General y Conjunto, junto con representantes del poder Ejecutivo, con el fin de examinar los protocolos de seguridad y su aplicación, en caso de que sea requerido.
Mediante un comunicado, el Ministerio de Defensa ha anunciado que esta medida tiene como objetivo garantizar la seguridad tanto de los funcionarios de su Gobierno como de las delegaciones diplomáticas de otras naciones en Haití.
República Dominicana
Durante la reunión se discutieron temas como la logística para el suministro de combustible, trámites migratorios y atención médica que podrían ser necesarios, al mismo tiempo que se consideró la utilización de los aeropuertos de Jimaní y El Higüero como puntos de abastecimiento y almacenamiento.
El comunicado señala que se busca establecer un corredor de asistencia para garantizar, además, el cumplimiento de medidas sanitarias para preservar la salud colectiva.
Apenas un día después de esta reunión, los medios de comunicación en República Dominicana informaron sobre la evacuación de miembros de la Embajada de Alemania en Haití hacia República Dominicana. También se dio a conocer la salida de personal de la delegación de la Unión Europea (UE) y parte del personal estadounidense.
En los últimos días, la violencia en Haití ha aumentado con los tiroteos ocurridos la noche del viernes cerca del Palacio Nacional. La zona afectada se extiende desde Champ de Mars hasta Nazon, Lalue, Canape-Vert y Turgeau, en el centro de Puerto Príncipe, la capital del país.
Además, una semana antes, bandas criminales lograron ingresar a los dos principales penales del país y permitieron la fuga de más de 3.000 presos.
El país espera el despliegue de una misión multinacional, aprobada por Naciones Unidas y liderada por Kenia, con el fin de intentar frenar la violencia extrema y la crisis institucional que vive la nación, agravada desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse en 2021.
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