Diversos sectores de la ciudad de Maturín continúan denunciando fallas en el servicio de agua por tuberías, por lo que solicitan a los entes encargados verificar la situación y enviar camiones cisternas a cubrir las zonas sin el recurso hídrico.
En el sector El Silencio, parroquia Las Cocuizas, denunciaron que hace un mes y una semana que las calles 2 a la seis y las carreras 2 a la 4, están sin agua, debido a que dependen de la bomba del Seminario Mayor, a la cual se le dañó una pieza y hasta ahora no la han devuelto, por lo que los moradores deben esperar para agarrar un poco en horas de la madrugada.
Zonas altas sufren más
De igual manera, en las zonas altas de la ciudad como Alto Guri, alegan que hace casi un mes están padeciendo por la falta del líquido, aún cuando se encuentran cerca de la toma principal.
Mientras tanto, en Los Godos, hay una toma de la cual se surten habitantes de al menos tres sectores cercanos al CDI, esto en horas de la mañana. Aseguran que la situación se agudizó desde que el propio gobernador Ernesto Luna denunció la situación irregular generada en la planta de Mundo Nuevo.
«Nos surtimos de una ‘pilita’ que está allá, camino como 500 metros más o menos, tenemos como 20 días sin agua, no sabemos por qué», dijo Jacinto Fajardo, habitante del sector II de Los Godos.
«Ayer no tuvimos agua, gracias a Dios tenemos estas tomas, aunque de repente se va el agua, llega un día sí otro no, a veces quedamos dos días sin agua, es inestable, la gente se apoya de aquí, todo el mundo viene a buscar su agua», manifestó Beatríz Bravo, quien habita en la calle 9.
Agua solo medio día
Agregó que a la pila comienzan a llegar las personas desde otros sectores cercanos a partir de las 8:00, 8:30 de la mañana a hacer su cola para poder surtirse, tomando en cuenta que el servicio solo se da por espacio de medio día.
«La gente pasa toda la mañana agarrando agua, son más de 200 familias afectadas, los de la parte de abajo, los de arriba en el sector uno», indicó.
Aseveró además que el agua que está saliendo no es apta para consumo humano, porque llega demasiado sucia, por lo que deben invertir en la compra de botellones de agua potable para poder cocinar. «Por 3 mil litros cobran quince dólares, los he tenido que pagar, llenan en el Parque y los venden a ese precio», afirmó esta vecina de Los Godos.
«Esta agua se usa más que todo para bañarse, para los baños, limpiar y lavar; según nos indicaron horita estamos consumiendo del parque La Guaricha que es más limpia, pero cuando viene de Mundo Nuevo es completamente sucia», añadió Bravo.
Mencionó que en esta oportunidad, el problema se ha generado por las tomas ilegales halladas en Mundo Nuevo, debido a que las fallas habían sido subsanadas por la Gobernación del estado.
Sin embargo, antes de que las reparaciones se dieran, los habitantes de estas zonas venían sufriendo la deficiencia del servicio por más de quince años sin que ningún gobernante se hubiese ocupado de resolver.
«Según indican las personas que saben, para que se pueda dar la completa mejora del servicio, habría que reparar las tuberías, allí abrieron hace un tiempo, pero no arreglaron, se desconoce si es que eso está tapado o es que se necesita mucho presupuesto; hay que hacer un trabajo grande», refirió.
Tercera edad buscando agua
«Llega cuando ellos la mandan, los de Aguas de Monagas, aquí viene gente de la tercera edad a buscar agua; la solución sería hacer un pozo allí arriba para surtir a toda la zona, como se hizo frente al Chang», agregó Luis Alberto Bravo.
Misma situación ocurre en el sector Los Guaritos III, donde los habitantes deben caminar largos tramos para poder llevar el recurso hídrico hasta sus hogares. Allí se surtían del preescolar, pero hace tres meses que la bomba se dañó y desde entonces se están viendo afectadas alrededor de 80 familias.
«Comencé a las nueve o diez y estoy terminando horita (12:15m); por lo menos éste muchacho que está gobernando (Ernesto Luna), está haciendo algo, está llegando agua aquí en los edificios, yo camino todos los días tres y cuatro viajes para llevar agua a la casa desde el pozo porque es más limpia, es especial. Soy un anciano y todos los días vengo porque en la casa hay ocho personas y el agua solo dura un día», aseveró Ramón Sulbarán, quien a sus casi 80 años camina con coche en mano casi seis cuadras diarias para surtir el hogar con el preciado líquido.
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