Los mensajes de Facebook proporcionados por Meta ayudaron a autoridades de Norfolk, Nebraska (EEUU), a enjuiciar a una madre y su hija acusadas de abortar, quemar y enterrar ilegalmente a su feto (estimado) de 24 semanas.
La ley estatal de Nebraska prohíbe los abortos después de las 20 semanas de embarazo.
El sitio de tecnología de VICE News, Motherboard, obtuvo una copia de las órdenes de registro y de los registros judiciales del caso. Estos incluyen los mensajes de Facebook, vía chat, que muestran cómo la niña de entonces 17 años estaba emocionada de que «finalmente podrá usar jeans».
El detective Ben McBride de la División de Policía de Norfolk, Nebraska, comenzó a investigar a Celeste Burgess y a su madre, Jessica Burgess, de 41 años. Esto, después de recibir un aviso de que la adolescente tuvo un aborto espontáneo y que ambas habían enterrado el cuerpo, informó el Lincoln Journal-Star.
Cuando se les preguntó, dijeron que Celeste dio a luz inesperadamente a su bebé muerto en la ducha. Y que llevó a McBride al lugar del entierro en la propiedad de los padres de un conocido.
Esa persona resultó ser Tanner Barnhill, de 22 años, y dijo que madre e hija habían tratado de quemar el cuerpo antes de enterrarlo, lo que confirmaron las autoridades que exhumaron el feto.
Los mensajes de Facebook descubrieron algo macabro
Así, en el transcurso de esa investigación, McBride determinó a través de los registros médicos de Celeste que tenía al menos 23 semanas de embarazo cuando dijo lo del aborto espontáneo. En consecuencia sospechaba que el feto podría no haber nacido muerto porque lo colocaron en una bolsa. Algo que le disparó la sospecha de una posible asfixia por sofocación.
En consecuencia, McBride solicitó y se le otorgó una orden de registro para la información y mensajes de Facebook de Burgess el 14 de junio, y Meta accedió. Los mensajes privados parecen mostrar a madre e hija discutiendo el recibo y la dosis de «algunas píldoras» dos días antes de la supuesta muerte fetal.
“C. Burgess habla sobre cómo está ansiosa por sacar la ‘cosa’ de su cuerpo y reafirma con J. Burgess que quemarán la evidencia después”, dijo en la declaración jurada para una segunda orden de allanamiento a solo dos días después de la primera.
La declaración jurada también dice que una amiga de Celeste se comunicó con la oficina y afirmó que ella estuvo presente cuando la niña embarazada tomó la primera de las dos píldoras destinadas a causar un aborto espontáneo.
La segunda orden de registro permitió a las autoridades allanar la casa de Burgess y confiscar 13 computadoras portátiles y teléfonos móviles, de los cuales se extrajeron 24 gigabytes de datos para el caso. Allí, encontraron reveladores mensajes de Facebook.
Según los documentos judiciales, la madre supuestamente obtuvo y le dio a su hija Pregnot, también conocida como la “píldora abortiva”. Pero Celeste tenía 23 semanas de embarazo en ese momento, mientras que Pregnot solo se recomienda dentro de las primeras 10 semanas.
Tanto Jessica como Celeste Burgess, actualmente juzgada como adulta, se declaran inocentes de todos los cargos.
Un precedente y la respuesta de Meta
Ahora, por este caso, los defensores del aborto en EEUU están preocupados porque las plataformas de redes sociales proporcionen a las fuerzas del orden público datos relacionados con los casos de aborto.
Un portavoz de Meta le dijo a Motherboard que ninguna de las dos órdenes judiciales mencionaba el aborto.
“Las órdenes se referían a cargos relacionados con una investigación criminal y los documentos judiciales indican que la policía en ese momento estaba investigando el caso de un bebé que nació muerto que fue quemado y enterrado, no una decisión de abortar”, dijo el vocero.
Con información de El Caribe
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