Han transcurrido 524 años desde que un 24 de agosto de 1499, el navegante español Alonso de Ojeda quedará maravillado por lo que hoy conocemos como Lago de Maracaibo.
La fecha del 24 de agosto de 1499 se toma en Venezuela como el Día del Lago de Maracaibo y llena de orgullo al Zulia, estado del occidente del país, donde tiene residencia el coloso, que alguna vez fue nombrado lago de cristal y que sirvió para calmar la sed de los zulianos y alimento importante para el desarrollo de su agricultura, ganadería y posterior, industria petrolera.
En la aventura que trajo a Alonso de Ojeda por estos lares lo acompañó Juan de la Cosa y Américo Vespucio, mientras hacía un primer viaje que partió de la costa de Paria.
Pero, sabemos por la historia que en primera instancia Alonso de Ojeda lo llamó Lago de San Bartolomé, en honor al santo que lleva el mismo nombre, cuyo onomástico se celebra el mismo día.
Pero fue el explorador y conquistador alemán Ambrosio Alfinger, quien rebautizó al lago como Nuestra Señora y fundó la ciudad de Maracaibo el 8 de septiembre de 1529 y de allí tomó el nombre definitivo por el que lo conocen en todos los confines de la tierra, Lago de Maracaibo.
El Lago de Maracaibo, ícono de la ciudad y que ha sido escenario de importantes hechos como la Batalla Naval del Lago, que selló la Independencia venezolana, entre otros hechos de relevancia histórica, tiene una extensión de 13.280 metros cuadrados, cuya costa tiene 728 kilómetros y una profundidad máxima de 50 metros.
Es un cuerpo de agua que en el extremo norte se conecta con el Golfo de Venezuela por un estrecho de 55 kilómetros, ubicado en el occidente de Venezuela, en el Zulia y que limita con los estados Trujillo y Mérida.
El estuario zuliano, cuna del relámpago del Catatumbo constituye el único lago relacionado con el mar, catalogándolo como un fenómeno excepcional de la geografía mundial. Además cuenta con una reserva importante de biodiversidad, en su extensión se distribuyen nueve islas y desembocan más de 130 afluentes de agua dulce.
Por su extensión, representa el lago más grande de Latinoamérica y el número 19 en el mundo. Registros geológicos dan cuenta tiene una antigüedad de entre 20 y 36 millones de años, por lo que es el segundo reservorio más antiguo de la tierra.
Contra el verdín en el Lago de Maracaibo
En diferentes etapas el Lago de Maracaibo ha registrado graves «enfermedades». En este momento a sus 524 años presenta lo que el zuliano en general ha denominado «El Verdín», por el color que se observa en toda la rivera del coloso zuliano.
De acuerdo con lo indicado por los expertos «los 13.000 kilómetros cuadrados del lago sufren una acumulación de cianobacterias que liberan toxinas y bloquean el oxígeno en el agua. El ‘verdín’, como lo conocen los residentes, también despide olores pestilentes y causa diversas enfermedades».
Razón por lo cual desde el 17 de agosto de este 2023, por orden del presidente de la República fue designada la Comisión Presidencial para el Rescate, Conservación y Desarrollo Sostenible del Lago de Maracaibo.
Sus integrantes acudieron a las instalaciones del Instituto para el Control y la Conservación de la Cuenca del Lago de Maracaibo (Iclam), para observar los avances en el proceso de rehabilitación y dotación del lugar.
La delegación estuvo liderada por el vicepresidente Sectorial de Obras Públicas y Servicios, y ministro del Poder Popular para la Energía Eléctrica, G/J Néstor Reverol; en compañía del presidente del Iclam, Armando Portillo; el ministro para el Ecosocialismo, Josué Lorca y el titular de Atención de las Aguas, G/D Rodolfo Marco Torres.
El Iclam se convertirá en el centro de Coordinación de Comisión Presidencial para el Rescate, Conservación y Desarrollo Sostenible del Coquivacoa, razón por la cual la infraestructura y equipos de trabajo tendrán un máximo nivel de eficiencia para cumplir con los objetivos de preservación impulsados por el presidente Nicolás Maduro.
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