La infraestructura que fue levantada entre el año 2008-2009 en la calle Monagas, frente a la Procuraduría para la reubicación de los comerciantes informales de Maturín y que muchos consideran un «elefante blanco», se torna cada vez más peligrosa para quienes transitan por el lugar, bien sea a pie o en carro, debido a que algunos bloques están siendo despegados, quién sabe con qué intención.
De igual manera, la acera está convertida en un vertedero de basura y escombros, mientras que la puerta está siendo desmantelada y las instalaciones son otro botadero de desechos, lo que genera malos olores en la esquina que colinda justamente con la plaza Bolívar y la Gobernación del estado.
Fetidez y basura
Muchas de las personas que por allí transitan, se cambian de acera para evitar los hedores que emana el lugar. «Ese lado es como tenebroso, da miedo, aparte uno tiene que subir y bajar la acera, tanto por la basura como por la podrición, porque allí hay gente que se mete a hacer sus necesidades y como eso no lo limpian», dijo Nevar González, quien caminaba por la zona.
Enfrente se encuentran algunos vendedores y nadie se explica cómo es que permanecen allí. «Hay que tener estómago para estar allí. Eso es un elefante blanco. De este lado, se están cayendo o están despegando los bloques, eso es otro peligro, de noche ni se diga porque esto es solo, a cualquiera pueden meter para allá, eso no está cuidado, deberían demolerlo si no se lo van a arreglar a los buhoneros», dijo Carlos Moreno, otro de los peatones.
Los encuestados solicitaron a las autoridades que se realicen los trabajos necesarios para poner a funcionar el local ejecutado en la gestión del exalcalde de Maturín, José Vicente Maicavares, o en su defecto demolerlo si no tiene otro remedio ni utilidad.
Lo peor es que esta infraestructura costó cuantiosos recursos, mientras los buhoneros de Maturín se encuentran en la calle pese a tener ese espacio que se está perdiendo por el paso del tiempo y el abandono de las autoridades.
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