El gobernador interino impuesto por Rusia en la región ucraniana de Jersón, en el sur, Vladímir Saldo, admitió hoy que las inundaciones causadas por la voladura de la presa de Kajovka el pasado día 6 han causado 25 muertos, mientras que otras 17 personas permanecen desaparecidas.
En una entrevista con la agencia oficial RIA Nóvosti en el Foro Económico de San Petersburgo, Saldo dijo que además fueron hospitalizadas 95 personas.
A su vez, indicó en su canal de Telegram que en total fueron evacuados 8.095 residentes de los territorios que Rusia controla en la orilla sur del río Dniéper, de los cuales más de medio millar son niños y casi 300 personas con movilidad reducida.
Inundaciones dejan a miles de personas en refugios
Un total de 1.900 personas se encuentran en centros de alojamiento temporal.
En otra entrevista con la agencia TASS, Saldo aseguró que el agua del embalse de Kajovka «casi» ha vuelto a su cauce normal, tal y como predijo el fin de semana pasado la empresa RusHydro.
El gobernador aseguró por su parte en Telegram que el nivel del agua en el distrito urbano de Nueva Kajovka, donde se encontraba la presa colapsada permanece sin cambios en cinco metros.
Indicó que la inundación se retiró de 3.000 viviendas desde el 6 de junio.
Explicó que hasta el momento 821 residentes en áreas inundadas recibieron 10.000 rublos (120 dólares o 109 euros) como asistencia financiera. Hasta el momento 1.172 ciudadanos han solicitado ayuda económica.
Rusia acusó a Ucrania de haber volado la represa, en tanto que Kiev asegura que fue Moscú la que la voló para frenar el avance de las tropas ucranianas en la contraofensiva en el sur del país.
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