Los miembros de las fuerzas especiales guardaban la esperanza de que Wilson estuviera con los niños perdidos en la selva. Cuatro de los diez perros que participaron en el rescate se perdieron.
El pasado 1 de mayo la avioneta que cubría una ruta entre Guaviare y Caquetá se estrelló en medio de la selva. De inmediato se activaron las operaciones de búsqueda, 15 días después la aeronave fue encontrada. El hallazgo con tres ocupantes muertos lo hizo Wilson, un perro belga malinois de las fuerzas especiales. A Wilson le habían entregado una gorra del piloto y gracias a su agilidad y agudo olfato pudo dar con los restos del aparato.
Sin embargo, el hallazgo de Wilson generó nuevas preguntas, porque no había rastro de los cuatro niños. Dos días más tarde, los hallazgos de Wilson sorprendieron al país. El perro encontró en medio de la selva un tetero, que pertenecía a uno de los niños extraviados en la manigua.
Ulises, otro de los perros, encontró un cambuche improvisado, hecho por los niños. Estos hallazgos fueron fundamentales para mantener la esperanza y la búsqueda que hoy tiene al mundo frente a una historia a todas luces difícil de creer, que cuatro pequeños hubieran sobrevivido 40 días en una de las selvas más espesas del mundo.
El perro belga, Wilson ya había desaparecido por unas horas
Desde el miércoles de la semana pasada, los uniformados informaron que el perro belga fue soltado en uno de los puntos de búsqueda en medio de la selva y, a pesar de su entrenamiento, no regresó nunca junto a su guía.
Fuentes del grupo de búsqueda le contaron al portal CAMBIO que, hace tres semanas, Wilson también estuvo desaparecido durante varias horas, pero que luego regresó junto a los uniformados, con un alto grado de deshidratación y pequeñas heridas.
El animal permaneció varios días en observación por un veterinario en la base de San José del Guaviare. Luego de ser dado de alta, regresó a la selva en búsqueda de los menores.
El comandante de la Operación Esperanza, general Pedro Sánchez, tenía la esperanza de que Wilson estuviera con los cuatro niños, pero no apareció.
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Dios es grande y poderoso; solo su protección justifica que a esos niños los rescataran con vida, sanos y salvos. Tengamos fé en que la mascota también va a regresar. . Amén.