Los residentes de los sectores Barrio Obrero y Las Palmeras, en Maturín, están hartos de la inseguridad que se genera por los edificios abandonados que se convierten en guarida de delincuentes, por eso piden a las autoridades responsables mayor vigilancia y patrullaje policial en las zonas.
Los vecinos del sector Barrio Obrero denunciaron nuevamente la situación de peligro en la que viven a diario en el sector, tras registrarse el pasado 4 de mayo, la violación de una liceísta en un edificio abandonado, donde en alguna oportunidad funcionó un restaurante cerca del antiguo Circuito Judicial.
La vecina Gladys Romero aseguró que ese local tiene más de dos años abandonado. Recordó el caso de una estudiante, quien al parecer venía del liceo cuando fue interceptada por unos sujetos, quienes se ocultaban en las instalaciones y la ultrajaron.
“Este lugar se ha convertido en una cueva de malandros, llegan carros y motos como vigilantes cantando la zona” agregó.
Hace varios meses los vecinos manifestaron para reclamar la urgente necesidad de policías, porque que varias viviendas de la comunidad han sido robadas y unas cuantas personas las han atracado en plena vía pública.
Vecinos no abandonan la lucha
La vecina María García dijo que en vista del constante peligro que representa este sitio, están solicitando la demolición total de esta infraestructura, ya que los propietarios no aparecen para definir qué harán con ese espacio.
El sitio se ha trasformado en un basurero de donde se desprenden olores nauseabundos a varios metros, además genera la aparición de gusanos, mosquitos, roedores y otros tipos alimañas.
Los vecinos de Las Palmeras, solicitan a las autoridades que ordenen la demolición de las instalaciones abandonadas de un local, que alguna vez fue una discoteca, pues se han convirtiéndose en un depósito de basura.
Texto/Fotos: Pasante Scarlet Lanza Martínez
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