Agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) de México advirtieron este lunes a miles de migrantes que no se lanzaran a las aguas del río Bravo pero cientos, provenientes de Centro y Suramérica, llegaron a Estados Unidos nadando para entregarse a la Patrulla Fronteriza.
Desde hace varias semanas migrantes que forman parte de las familias que habitan un campamento ubicado en los márgenes del río Bravo (río Grande, en EEUU), que carece de condiciones y servicios básicos, han estado arrojándose al caudal para alcanzar territorio estadounidense en su afán por acelerar su ingreso a ese país y terminar con la espera en México.
«Ya queremos cruzar, ya no aguantamos más (en México), nos acosan mucho», declaró a EFE la migrante venezolana Mayerlin, quien por seguridad omitió su apellido.
Los aspirantes a asilo insisten en que la aplicación CBP One, ejecutada por el Gobierno de Joe Biden para registrar a los candidatos a obtener pase legal a esa nación, sigue con fallas.
Además, señalaron que en los últimos días han sido víctimas de situaciones relacionadas con la inseguridad, como la quema de casas de campaña efectuada por supuestos civiles armados.
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