En diversos lugares de la ciudad de Maturín se ha vuelto cotidiano ver personas en situación de calle, durmiendo en los bancos de las plazas o en el área del terminal, donde desde hace buen tiempo habitan alrededor de ocho familias, entre ellos, de la etnia indígena waraos.
Esta situación pone en evidencia el deterioro de la capacidad económica, familiar y mental que viven muchas personas en la ciudad capital, según referencias de médicos, lo que debe ser evaluado por especialistas. Algunos encuestados mencionan que esta situación, debe ser supervisada por las autoridades municipales y regionales de manera que se ubiquen en un lugar adecuado para su atención.
Deambulando con peligro
«En la Plaza Siete se la pasan un poco de personas deambulando, igual en los mercados viejo y nuevo, en lo que es la plaza del Icum hay gente en situación de calle con sus vicios, lo malo es que uno no sabe en qué momento se vuelven violentos, eso es un peligro y las autoridades deberían tomarlo en cuenta», dijo Ana María Flores.
Por su parte, Miriam Mujica destacó que es un peligro pasar por el lado de estas personas que tienen vicios o han sido desquiciadas por alguna razón, «cada vez hay más gente en ese estado circulando por las calles, pareciera que les abrieran las puertas del psiquiátrico para que se salgan, pero eso es un peligro, se ha visto en algunos sitos que ellos atacan a la gente, yo procuro pasar lejos cuando los veo», relató.
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