Dos de los cuatro ciudadanos estadounidenses que fueron secuestrados el pasado viernes de forma violenta en el norte de México, fueron encontrados muertos, de acuerdo a la información brindada por las autoridades mexicanas.
Añadió que este tipo de ataques contra los vecinos estadounidenses son «inaceptables», al tiempo en que extendió sus condolencias hacia familiares y amigos de las víctimas.
En este sentido, el portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, pidió máxima colaboración a las autoridades mexicanas para rescatar y esclarecer el caso.
Mientras, el fiscal general de Tamaulipas, Irving Barrios, aseguró que continúan las investigaciones. Al momento del incidente, detalló que «se estableció comunicación entre las autoridades estatales y federales para abordar los hechos criminales, en los que se ubicaron dos vehículos afectados», dijo.
En México
El viernes 3 de marzo, cuatro ciudadanos de nacionalidad estadounidense, quienes conducían una minivan blanca con placa de Carolina del Norte, fueron asaltados con disparos y secuestrados por un grupo de hombres armados, aún sin identificar, luego de haber cruzado la frontera a través de la ciudad de Matamoros, México.
Para el momento el FBI (Buró Federal de Investigaciones) de San Antonio, se encontraba en labores para dar con el paradero de las víctimas.
«Los cuatro estadounidenses fueron introducidos en un vehículo por hombre armados», señala un comunicado de la agencia, que anunció una recompensa de US$ 50.000 a quien ofrezca información de las víctimas.
Por ahora, investigadores apuntan a que este ataque pudo tratarse de un error y no el objetivo, es decir, no se cree que los estadounidense estuviesen involucrados en acciones delictivas.
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