Francesca Immacolata Chaouqui, la que fue consultora para la reforma económica de la Santa Sede y acabó condenada por filtrar documentos reservados en el llamado caso Vatileaks2, regresó este viernes a los tribunales vaticanos para testificar contra el cardenal Angelo Becciu, imputado por irregularidades en las finanzas.
Chaouqui convocó a los periodistas a la entrada del Vaticano, en una escena que recordó los tiempos de Vatileaks2 cuando fue juzgada con el sacerdote español Lucio Ángel Vallejo Balda y algunos periodistas por la filtración a la prensa de documentos reservados.
Entrando al tribunal prometió revelar que Becciu había traicionado al papa Francisco y se mostró satisfecha porque la “transparencia” que buscó desde su tiempo en la comisión a la que perteneció para reformar la economía de la Santa Sede «finalmente estaba dando sus frutos».
En una de sus habituales sorpresas, Chaouqui llevó una caja con más de 3.000 documentos que aseguró mostrará durante la audiencia del juicio en el que se sienta en el banquillo Becciu, por su gestión cuando era sustituto en la Secretaría de Estado (2011-2018) junto a varios financieros y la llamada «dama del cardenal» Cecilia Marogna, presentada en el Vaticano como una asesora de asuntos diplomáticos que debía ayudar en el rescate de religiosos secuestrados.
“No busco rehabilitación, no soy como Becciu. Lo hago en nombre de todas las mujeres que luchan por algo, llevo 10 años esperando este día. Voy a explicarle al tribunal del Vaticano y al mundo cómo se defraudó al Santo Padre”, agregó antes entrar en la audiencia.
Vaticano en alarma
También confirmó que pedirá una revisión del juicio por el que fue condenada a diez meses de prisión, pena que no fue aplicada. “Se descubrirá lo que hice por el Papa para abrirle los ojos y descubrir la verdad. Hoy habrá grandes revelaciones», subrayó.
Chaouqui fue llamada como testigo después de que el fiscal vaticano, Alessandro Diddi, reveló que le habían llegado más de un centenar de mensajes de whastapp de Genoveffa Ciferri, una amiga de monseñor Alberto Perlasca, antiguo trabajador de la Secretaría de Estado y el principal testigo de las acusaciones contra Becciu, en los que afirmaba que fue ella quien sugirió el contenido del documento acusatorio ayudada por Chaouqui.
Perlasca aseguró que no tenía ni idea de la participación de Chaouqui y que estaba convencido de que los temas de su testimonio fueron sugeridos por «un anciano magistrado jubilado, involucrado en la investigación».
Chaouqui aseguró que nunca se identificó como un «anciano magistrado» pero admitió que ayudó a Ciferri a construir la acusación contra Becciu.
Ante estas nuevas revelaciones, se producirá un esperado careo entre Ciferri y Chaouqui para verificar cuál es su papel en las acusaciones de Perlasca a Becciu y si las dos mujeres podían haber pilotado todo.
Lea también:
Tornados en el sureste de EEUU dejan al menos 7 muertos y 12 heridos