De acuerdo a los tratados pontificios, una familia constituida alrededor de la Ley Divina nunca se apartará de Dios, por lo que la Iglesia católica reserva para este día 30 de diciembre la solemnidad de la Sagrada Familia para invitar a reflexionar acerca del valor de este sacramento.
En este día se invita a participar del acontecimiento sobrenatural que rodea la familia de Jesús de Nazaret, nacido en Belén, teniendo a la Virgen María como madre y a San José como su padre en la tierra, por lo tanto, toda familia está llamada a tener como ejemplo a la Sagrada Familia de Nazaret.
Durante la homilía del padre Manuel Gerónimo Sifontes, párroco de la Iglesia Santo Domingo de Guzmán de la parroquia Las Cocuizas, destacó «Bendito sea Dios que nos ha hecho llegar a este día 364 de este año y que ustedes estén compartiendo en matrimonio con la persona que Dios le regaló. Es una forma de Dios demostrarle cuánto les ama y es propicio venir a agradecer ese bendito día en que decidieron darse un sí como ejemplo de que el amor sí existe. Hay que cultivarlo pero sí existe».
Detalló que la liturgia de la Iglesia reserva la celebración de la Sagrada Familia de Nazaret, el propósito de la Iglesia al introducir este día «tiene lógica por el hecho de que Jesucristo viene a renovarlo todo y debe comenzar por el núcleo que sostiene la sociedad, como es la familia y por ello está metido en las octava de Navidad».
Agregó el sacerdote, que esta fiesta tiene gran valor y trascendencia para mirar cuánto ha renovado el Hijo de Dios que nos invita a responder al plan salvífico de Dios, descrito «desde el saludo del Ángel Gabriel a María a quien llama ‘llena de Gracia’, mientras que al esposo lo cataloga de ‘hombre justo’, es decir santo, vive ajustado al plan de Dios, por tanto, María y José son modelo de familia para la humanidad, completada en el Hijo, en obediencia constante».
Asimismo durante la misa, al menos 12 parejas con tres, cinco, 10, 15 y más años de casados sacramentalmente por la iglesia, renovaron sus promesas de amarse mutuamente en las buenas y en las malas respetarse y mantenerse unidas en todo contexto, «hasta que la muerte los separe», acción que se realizó en todas las Diócesis a nivel mundial.
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