Desde este lunes iniciaron los cambios de paradas de autobuses en la ciudad de Maturín, las cuales no han sido del agrado de muchas personas. Con ello vino además, la prohibición de vender golosinas, chucherías u otros productos en las unidades colectivas, pues, el conductor que así lo acepte podría ser multado.
Esta normativa ha traído como consecuencia el descontento de los llamados «charleros», que día a día buscan su sustento de esta manera, por lo que solicitan a las autoridades la reconsideración de la medida, debido a que alrededor de 200 vendedores solicitan respuesta acerca de la medida, sobre todo en la temporada decembrina.
Solicitan reunión
«Hay unos que los dejan trabajar y otros no, por lo que pedimos, que nos dejen trabajar, que nos den un carnet para ser formales, una camisa, un uniforme, solicitamos reunión, pero no nos dieron respuesta, sino que nos mandan de un lado a otro, no queremos ir a la delincuencia, lo que pedimos es seguir trabajando, nos estamos ganando el pan para llevar día a día para la casa», destacó Saúl Hernández, quien vende de manera ambulante desde hace diez años.
Dijo, en nombre de todos sus compañeros, que considera injusta la medida, por cuanto son padres y madres de familia que necesitan llevar el sustento a su hogar y prácticamente los están dejando desempleados.
Por su parte, Carlos Díaz, quien tiene cinco años en estas labores, manifestó que necesitan apoyo para continuar con sus actividades de manera digna, y esperan que pronto se puedan reunir con las autoridades municipales y tender a la mejor solución ante este conflicto.
Paola Bermúdez (Pasante)
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