Los especialistas médicos venezolanos han hecho un llamado para que las autoridades informen sobre el control epidemiológico y se mantengan las alertas ante el período de lluvias, debido a que empiezan a observar un importante repunte de casos de malaria en zonas endémicas y amenazas de casos importados.
Durante las dos primeras semanas epidemiológicas de este 2022 se confirmaron dos mil 796 casos de malaria en el país, según registro de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (Ocha), pero continúa la falta de información oficial desde 2016.
En ese sentido, en 2019, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) ubicaba a Venezuela con 70 por ciento de las muertes por malaria ocurridas en el continente y el año pasado esa cifra subió a 73.
De esta manera, Jaime Lorenzo, director de la organización Médicos Unidos de Venezuela, informó que «el período de lluvias y mayor movimiento de personas pueden ser el peor cultivo de la enfermedad».
En entrevista para el portal La Prensa de Lara, Lorenzo advierte sobre la necesidad del plan preventivo con fumigaciones y acabar el vector. los mosquitos anófeles contaminados. La enfermedad, según explica, es ocasionada por el parásito plasmodium y genera síntomas como escalofríos, fiebre y sudoraciones.
Propagación de la malaria
El especialista confirma que la mayoría de los focos se presentan hacia el sur del país, pero se podrían tener reinfecciones. «Podríamos estar ante repuntes porque desde el Ministerio de Salud no se han cumplido los pasos necesarios y ni consideran el apoyo desde la OPS, Organización Mundial de la Salud y el proyecto mundial contra la malaria», dijo.
Asimismo, lamenta además la falta de campañas que difundan medidas de prevención, como el uso del mosquitero y eliminación de recipientes de agua que se convierten en criaderos de mosquitos e identificación de los principales síntomas, según reseña el portal.
Por otra parte, Huniades Urbina, vicepresidente de la Academia Nacional de Medicina, denuncia que los servicios de Malariología no están cumpliendo con los controles para erradicar la enfermedad con cuadrillas permanentes de fumigación. Además, ante el incremento de los desplazamientos desde y hacia las fronteras de Colombia o Brasil, se desconoce si existe un control fronterizo.
Finalmente, recordó la necesidad del diagnóstico a tiempo, que puede ser más difícil en zonas rurales, y el suministro del tratamiento. Lo que debe ir acompañado por la actualización del personal médico para poder remitir inmediatamente a los pacientes a los entes del Estado, para que determinen si son portadores de la enfermedad, indicó.
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