Desde el Estudio 1 de Venevisión se llevó a cabo, este sábado 22 de octubre, la «Gala Interactiva» del Miss Venezuela 2022. Invitados y en primera fila fuimos testigos de un show paralelo que el televidente no vio.
30 minutos antes de que la actividad diera inicio en pantalla, se abrieron las puertas del estudio a periodistas, fotógrafos e invitados especiales. Probaban luces, monitores, sonido y se pulía el piso del escenario. Técnicos de todos los departamentos corrían, de un lado a otro, alistando los últimos detalles concentrados en su tarea.
Tras cruzar la puerta, Erik «El Pollo» Simonato, productor de la Gala Interactiva, daba la bienvenida mientras una voz en Off recordaba por los parlantes el uso obligatorio del tapabocas. Con su característica sonrisa, se le notaba intranquilo pero confiado, moviéndose de un lado a otro recibía cálidamente también a los talentos.
Uno de los primeros en llegar al estudio fue, precisamente, Jordán Mendoza, quien animaría junto Alessandra Sánchez y Alicia Dolanyi. Feliz, pero también evidentemente emocionado, recorría el espacio, se paraba en silencio mirando los monitores, saludaba sonreído mientras un séquito le apuntaba instrucciones de último minuto. A contrarreloj, los nervios y la presión se sentían.
Alessandra Sánchez, alborotó a los fotógrafos. Solo asomó la cabeza tras una cortina negra que separaba el escenario de los camerinos y los flashes empezaron a disparar. Además de su hermoso vestido, también sonreía en todo momento mostrando pasmosa calma. De los tres animadores era, de hecho, la que mejor controlaba la ansiedad frente al reto al que se enfrentaban al debutar en uno de los shows del Miss Venezuela. Poco después entró Dolanyi, quien más tímida se mantuvo sobre y detrás del escenario.
Tic tac
Cinco minutos antes de que se iniciara el evento, ya Lion Lázaro, artista encargado del Opening, estaba en tarima. Se movía nervioso y solicitaba a «El Pollo» instrucciones especiales. Sus dos sencillos más recientes le darían la oportunidad de demostrar su talento. Con una chaqueta negra y dorada, casi a juego con el primer look de las misses, lograría poner el listón alto de un espectáculo que fue más musical que de belleza.
Impresionantes, en esta primera parte, las misses bailaron con absoluta destreza, haciendo incluso rondas de salsa y pasos complejos que dejaron a los presentes atónitos. No era la típica marcha de miss repetida hasta la saciedad, qué va. Esta vez Brian Urea, coreógrafo oficial -quien, por cierto, seguía el show engalanado pero sentado en el piso- demostraba que, además de belleza, sobra en las chicas destreza para el baile. A ratos subía a tarima para dar instrucciones o contaba pasos con un micrófono en mano que solo escuchábamos los presentes.
Esta soltura y coordinación en las chicas se repetiría durante la presentación del nuevo logo del Miss Venezuela, donde las misses volverían al escenario para realizar, de nuevo sobre altos tacones, un performance lleno de retos. Y es que si bien este año las escaleras no eran el mayor obstáculo para las jóvenes, sí lo parecían las retadoras coreografías. Afortunadamente, tanto Urea como las muchachas eximieron en ese sentido.
Presentaciones musical
Si bien la belleza fue un valor agregado en la gala, lo que se robó todo el protagonismo fue el espacio que dedicaron a la música. De hecho, el espectáculo podría criticarse precisamente por allí. Pues en lugar de dar espacio de sobra a las misses para mostrarse al público, su tiempo en pantalla se redujo significativamente. Tanto así que, por ejemplo, hizo falta un desfile en traje de baño o de presentación, pues era ilógico que si el público iba a votar por ellas no tuvieran oportunidad de verlas una por una e identificarlas.
Se aplaude el exceso de talentos, incluso internacionales como Paloma San Basilio. Grabado dicho sea de paso pues la artista española cantaba en vivo en ese momento en el Teresa Carreño. Pero fue la única que no estuvo allí. Pues tanto Rafa y Chinin como Thomaz, Noreh y Kobi Cantillo asistieron para derrochar su mejor energía en el escenario.
En el caso de Thomaz, se aplaude que su show no solo fue extraordinario, sino que su voz en vivo se escuchaba pulida. No demoró en hacer que los asistentes bailaran desde sus asientos. Para darle vistosidad a su espectáculo además incluyó humo, fuego y pirotecnia. Justamente durante su presentación el camarógrafo que portaba el Steadycam se cayó intentando hacer una maniobra. Si bien el público no lo notó en el programa, en vivo se apreció cómo este se levantó en segundos y continuó con su trabajo.
Asimismo, mientras se transmitían los comerciales y preparaban el escenario hubo momentos para el recuerdo. Entre ellos cuando subieron el piano de cola a la tarima, rodado por al menos seis personas. O cuando preparando el set de Rafa y Chinin uno de los decorados se tropezó y cayó sobre uno de los televisores partiendo la pantalla. Astuto el hombre corrió a esconderse detrás del escenario, dejando el rollo encendido. Al final no les quedó otra que cambiar el monitor. Estrés que generó que uno de los técnicos rodara por el piso pues la gala ya iba a cuadro cuando este soltó el cable que lo conectaba dejándolo listo.
La animación
Tras el primer corte, emocionados, los animadores y las misses se abrazaron, como si la prueba ya estaba superada cuando apenas empezaba la noche. Esa actitud de amistad y trabajo en equipo se mantuvo todo el tiempo. Incluso cuando se anunciaban las ganadoras de las bandas especiales. En general, las chicas se abrazaban y aplaudían como si la verdadera competencia no hubiese iniciado. Fuera de cámara todo el tiempo las aspirantes al Miss Venezuela se daban apoyo y felicitaban. Lo mismo que los animadores.
Hubo un momento en el que Jordán tuvo problemas con el audífono por el cual recibía los porcentajes de las votaciones. Se le apagaba y no podía escuchar bien. Controlando la situación empezó a hablar más pausado. Inmediatamente, Alessandra se dio cuenta y buscó la forma de ayudarlo.
Algo parecido ocurrió con Alicia cuando leía algunos tuits que demoraban en salir en pantalla. La animadora hizo gala de su destreza y llenó el vacío con comentarios. Pero en sí los tres cumplieron con el compromiso, aunque habría sido interesante ver mayor diversidad entre ellos. Es hora de que Venevisión empiece a incluir en sus filas a animadores morenos o trigueños.
Últimos bloques
La entrega de bandas especiales reconoció a las jóvenes de Distrito Capital (El rostro más bello y Miss Tecnología); Delta Amacuro (Miss Glamour y Miss Sonrisa); Amazonas (Miss Pelo lindo y Miss Figura); Portuguesa (Miss Manos de pasarela y Miss Influencer); así como a La Guaira (Miss Piel linda y saludable); Cojedes (Miss Belleza integral); Aragua (Miss Personalidad), y Guárico (Miss Belleza extrema). Del team Guárico recibió, además de la banda, una bicimoto marca Vera y Dtto. Capital un teléfono celular.
Por la Organización Miss Venezuela solo Nina Sicilia, directora general, estuvo presente en la sala. Brillaron por su ausencia Jacqueline Aguilera y Gabriela Isler.
Durante la actividad también se mostró el nuevo logo del certamen. Se hizo sin mayor exposición. Es decir, no se explicó el cambio de imagen y los elementos que la conforman. En redes sociales muchos suponían que era un tributo a las siete coronas del Miss Universo y a las siete décadas que cumple este año el show. Pero también se criticaba por considerarlo infantil.
De cara a la final del Miss Venezuela el 16 de noviembre, en el Poliedro de Caracas, queda muy poco. Las misses se sienten listas pero en tres semanas y media muchas cosas pueden cambiar. Si bien las bandas dan respiro a algunas no todo está cantado.
Lamentablemente, otro aspecto negativo de la gala fue que las uniformaran portando una cola de caballo en sus cabezas. Esto restó espacio a la personalidad individual de cada una que habría hecho que destacaran más unas sobre las otras. Pues a estas alturas decir quién puede ganar no parece tan sencillo cuando en conjuntos lucen tan clonadas unas de otras.
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