Las potencias occidentales arroparon a Ucrania en el Consejo de Seguridad de la ONU frente a las nuevas amenazas lanzadas por el presidente ruso, Vladímir Putin, que optó por movilizar a cientos de miles de reservistas y recordar al mundo su enorme arsenal nuclear.
Esta nueva fase en la que parece entrar el conflicto centró un encuentro ministerial en paralelo a la Asamblea General de Naciones Unidas, que continúa marcada casi en exclusiva por la guerra en Ucrania. En él, Estados Unidos, el Reino Unido y los países de la Unión Europea (UE) arremetieron con dureza contra los últimos anuncios del Kremlin y volvieron a dejar claro que apoyarán a Ucrania durante todo el tiempo que sea necesario.
El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, cargó contra Putin por “echar gasolina al fuego que él empezó” precisamente durante la semana en la que los representantes de todo el mundo se reúnen en Naciones Unidas.
Según Blinken, el orden internacional que representa la ONU está siendo “destrozado ante nuestros ojos” y, por ello, no se puede permitir que Putin “se salga con la suya”.
Países rechazaron en la ONU escalada de Putin contra Rusia
El titular de Exteriores británico, James Cleverly, subrayó que esta es “una guerra de anexión, de conquista”, a la que ahora Putin “quiere enviar aún más jóvenes rusos, haciendo la paz todavía más improbable”. “El señor Putin debe entender que el mundo está mirando y que no vamos a rendirnos”, recalcó. Ucrania, mientras, aprovechó para enviar un mensaje a Rusia:
“Pueden movilizar a 300,000 o a 500,000 personas, pero no ganarán esta guerra”, dijo su ministro de Exteriores, Dmytro Kuleba. Ni ese discurso ni ningún otro escuchó el jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov, que hizo acto de presencia únicamente a la hora de su intervención para abandonar la sala inmediatamente después. Lavrov justificó una vez más la “operación militar especial” de su país.
Con información de El Caribe
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