A pesar de la anegación que este domingo sufrió en Maturín, después de haber bajado los niveles del agua y limpiar las instalaciones, el Aeropuerto Internacional José Tadeo Monagas abrió sus puertas con normalidad.
Tras el fuerte aguacero, debió ser retrasado el vuelo a la ciudad de Caracas, sin embargo, una vez que cesó la lluvia, el mismo pudo realizarse sin novedad para los pasajeros.
Monte y escombros en drenajes
Se pudo apreciar una total pulcritud dentro de las instalaciones, sin embargo, los alrededores, detrás de la pista, justo en la avenida perimetral, por las llamadas cachaperas, entrada de Brisas del Aeropuerto y entrada de El Silencio, lo que se observa es monte de casi un metro de altura, por lo que gran parte del caño barrió y colapsó los drenajes llenos de basura, troncos, cauchos y desechos sólidos por doquier.
Los vecinos que no quisieron ser identificados alegaron que “eso no lo limpia nadie, eso permanece así sucio, con toda clase de basura”. Dijeron además que las actuales autoridades en sus momentos de campaña pasaron por el lugar y prometieron mejorar el panorama.
“Se han cumplido ocho meses de gobierno y continúan padeciendo los mismos problemas”, dijo quien solo se identificó como Carlos, quien aseguró que, aunque el aseo pasa, no se han recogido los escombros que permanecen a lo largo de lo que anteriormente era la cerca del Aeropuerto, la cual hace mucho que desapareció.
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