José Gregorio Hernández, el «Médico de los Pobres» como también se le llama, nació en la población de Isnotú, estado Trujillo, el 26 de octubre de 1864 y murió de forma trágica, el 29 de junio de 1919.
Era domingo a mediodía, José Gregorio salía de la farmacia y al bajar la acera, cerca de la esquina de Amadores, atinó sólo a ver que atravesaba un tranvía, pero no pudo ver un vehículo que venía detrás y lo arrolló, provocándole fractura del cráneo, por lo que murió instantáneamente, en la esquina de Amadores, La Pastora, Caracas.
Dada su condición solidaria, después de su muerte se le asoció a todo tipo de milagros médicos, por lo que en días pasados, y luego de muchos años de solicitudes, la Iglesia católica anunció la próxima beatificación, decisión muy esperada por sus muchos seguidores en Venezuela y otros países de América Latina.
Sus restos reposan en el templo de la Parroquia La Candelaria, de la Ciudad Capital, después de estar por mucho tiempo en el Cementerio General del Sur.
Historia de José Gregorio Hernández
El Dr. Hernández, después de su llegada de París, se desempeñó como facultativo de familia y comenzó a adquirir renombre en Caracas como médico, por lo acertado de sus diagnósticos, lo cual se atribuía a los modernos conocimientos y a la experiencia que había adquirido en el ejercicio de su profesión en los hospitales de París con algunos clínicos e investigadores del momento. Los métodos modernos que empleaba a la hora de emitir sus diagnósticos, y lo acertado de éstos, le dieron a su opinión profesional una validez indiscutible (Yaber, 2004). Pero, muchos consideran que fue su elogiada vocación y práctica de humanitarismo y servicio perenne para con los necesitados lo que le franjó de inmediato un gran número de pacientes.
El Dr. Hernández, como era usanza a finales del siglo XIX y comienzos del XX, atendía a sus pacientes en un consultorio que acondicionó en la sala de su propia casa; ubicada de San Andrés a Desbarrancado, Nº 3, en La Pastora, la cual fue demolida en la década de los setenta, y desde entonces funciona en ese lugar un estacionamiento.
Candelaria de San José estaba en el hospital
Cabe resaltar que, una de las actuales beatas de Venezuela, Candelaria de San José, oriunda de Altagracia de Orituco, estado Guárico, estaba hospitalizada en el Hospital Vargas tras salir de una operación, aunque se encontraba recuperada. La monja se dio cuenta de la noticia del arrollamiento de José Gregorio Hernández. El presbítero García Pompa le impuso los santos oleos a Hernández en el lugar donde se había sido internado y Madre Candelaria se encontraba allí orando por salud del doctor.
A las 10:00 a. m. del día 30 de junio de 1919, en medio de una multitud, se inició el traslado del féretro de José Gregorio Hernández Cisneros al Paraninfo Universitario de la UCV encima de los hombros de sus estudiantes y discípulos, luego fue llevado y enterrado en el Cementerio General del Sur.
El 23 de octubre de 1975, luego de un incendio provocado por las llamas de las velas sobre su tumba, y también debido al inicio del proceso de beatificación, y por solicitud del Vaticano, se realizó la exhumación de sus restos mortales para luego ser trasladados hasta el baptisterio de la Iglesia de Nuestra Señora de la Candelaria ubicada en el centro de la ciudad de Caracas, sitio donde reposan actualmente. En 2020, la Arquidiócesis de Caracas anunció que el cadáver sería trasladado a un ala especial de dicho templo, ante la aprobación de la Santa Sede de su beatificación.
Apertura del proceso
Constatando su fama entre algunos creyentes, la Iglesia católica en Venezuela inició en 1949 el proceso de canonización de Hernández, siendo conducido por el arzobispo de Caracas, Lucas Guillermo Castillo en el Vaticano, ante el entonces papa Pío XII.
En 1972, la Santa Sede reconoció que José Gregorio Hernández vivió una vida virtuosa y ejemplar para los católicos y en consecuencia el papa Pablo VI le concedió el título de Siervo de Dios, primer paso para su canonización. Luego de iniciar el proceso, y comprobados los primeros casos de sanación atribuidos a su intercesión, Hernández fue declarado Venerable, el 16 de enero de 1986 por el papa Juan Pablo II.
Beatificación
Mosaico alusivo al Dr. José Gregorio Hernández hecho para el día de su beatificación.
El 27 de abril de 2020 la arquidiócesis de Caracas anunció que la Comisión Teológica de la Ciudad del Vaticano aprobó el milagro del venerable en la curación de Yaxury Solórzano Ortega una niña de 10 años que fue impactada en su cabeza con un proyectil de arma de fuego, durante un asalto a su padre, el 10 de marzo de 2017, cuando unos asaltantes intentaron despojarlo de su moto.
El 18 de junio de 2020,35 el papa Francisco aprobó el decreto que reconoció el milagro atribuido por su intercesión, por lo que se aprobó la ceremonia para su beatificación.36 Días antes de la beatificación el Papa afirmó que estaba expectante de que la beatificación de Hernández fuera un «símbolo de reconciliación» para los habitantes de Venezuela.
La ceremonia se celebró en Caracas y contó con la participación de familiares de Hernández, el nuncio apostólico de Venezuela Aldo Giordano (en representación del papa Francisco), el titular de la sede de Caracas, el obispo emérito de Caracas, algunos obispos del país, y médicos venezolanos, en medio de las medidas de bioseguridad por la pandemia del COVID-19.2938 Así mismo se oficializó su culto para el 26 de octubre.
El Vaticano publicó en su página oficial al respecto sobre su beatificación: «Una fe viva lo acompañaba siempre: para él la medicina era una misión, sobre todo para los más necesitados. A menudo compraba medicinas para sus pacientes y en lugar de pedirles dinero por la consulta, se las daba»
Con su beatificación, José Gregorio Hernández se convierte en el cuarto beato de Venezuela, y en el primer hombre y el primer laico en llegar a ser reconocido como tal por la Iglesia católica.
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