El número de muertos por los deslaves e inundaciones en Filipinas, provocados por la tormenta tropical Megi, subió a 117, según cifras oficiales difundidas el jueves, tras el hallazgo de más cadáveres en poblados cubiertos de lodo.

Numerosas personas continúan desaparecidas y se teme que podrían haber muerto, luego de que la tormenta azotó el archipiélago a lo largo de varios días y obligó a decenas de miles a refugiarse en centros de evacuación.

Ochenta y seis de los decesos se produjeron en Baybay, una zona montañosa propensa a los desprendimientos de tierra en la provincia de Leyte, donde otras 236 personas resultaron heridas, según informó el gobierno de la ciudad.

Otras tres personas se ahogaron en diferentes provincias, mientras que seis personas seguían desaparecidas, señaló la agencia nacional de desastres.

«Las operaciones de búsqueda, rescate y recuperación continuarán», dijo por su parte vía Facebook una unidad de infantería del ejército filipino en Baybay.

Megi fue el primer ciclón de este año que azotó Filipinas, un archipiélago de más de 7.600 islas que ve una media de 20 tormentas tropicales al año.