La Ley de Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras (IGTF), ha generado mucha incertidumbre en cuanto a su aplicabilidad y lo único que ha dejado claro, es que el consumidor final será el más perjudicado al igual que los nuevos emprendedores, para quienes será cuesta arriba convertirse en empresarios formales.
La directora de Tributos de la Asociación de Comercio e Industrias del estado Monagas (Aciem) y especialista fiscal y tributaria, Maggloris Alcalá, estuvo como invitada en el programa «La Verdad Radio TV», a través de Sonora 99.3 FM y Monagas Visión, conducido por Estrella Velandia. Señaló que constituir una empresa es difícil y requiere en la actualidad de una gran inversión, que se agrava con la puesta en práctica del pago del IGTF, porque solo la máquina fiscal cuesta 1.200$, el registro 700$, eso sin incluir el pago del alquiler del local, los impuestos municipales, entre otros, lo que se traduce en algo impagable para el nuevo emprendedor, al que le va a costar mucho más estar legal.
«Veo anulada la posibilidad de avanzar para un emprendedor con una economía tan agravada», acotó.
La especialista en materia tributaria, precisó que en Monagas ya hay establecimientos que han adaptado la máquina fiscal al cobro del impuesto por el pago en dólares, dejando una reacción de rechazo por parte del público.
«El cobro de 3% por el pago con divisas ha sido rechazado, porque el consumidor final es el más perjudicado, se ha dicho que son los contribuyentes especiales que superan un límite establecido mayor a 200 mil bolívares quienes lo pagarán, pero la verdad es que ese monto en la actualidad cualquier persona lo sobrepasa sin ser comerciante, porque esta desfasado».
Detalló, que a su juicio existe una distorsión total en cuanto a las personas que establecen la ley y a quienes se les aplica, porque al parecer no estudian los alcances que puede tener ni a quienes perjudica directamente.
«Con el IGTF no se protege al consumidor, porque es el último eslabón en la cadena, el empresario tiene que pagar el 16% del IVA, el impuesto municipal, ahora el 3 % del tributo por pago con dólares. De alguna manera, buscará la forma de pagarlo y recargar ese monto al comprador para que no salga de su bolsillo», manifestó.
De igual manera calificó de «insólita» la recomendación de pagar en bolívares, porque «¿de dónde los vamos a sacar si no hay», enfatizando que hasta para pagar las nóminas es difícil conseguir el efectivo.
«Muchas personas publican la venta de dólares y no hay bolívares para comprarlos, otro punto es que viven de las remesas y salen a comprar con divisas, entonces ¿qué van a hacer ahora? Preguntar quizás ¿Usted es contribuyente especial? porque de no serlo, se pueda adquirir el producto sin que le cobren el 3% de la alícuota, eso sería una locura», resaltó.
Consecuencias del IGTF para la economía
Alcalá, explicó que ya era difícil para el sector comercial hacer operaciones, porque no hay bolívares, lo que con la puesta en marcha del IGTF se intensificará, destacando que hay empresas importadoras a nivel nacional que no aceptan pagos en dólares sino en bolívares, lo que genera un bloqueo ante la falta de efectivo.
Otra afectación es la inflación, pues se estaba en un proceso estacionario desde el mes de diciembre, en el que se había mantenido el dólar paralelo y el oficial, estado que se verá alterado al no saber qué va a pasar, porque los precios de los productos van a dispararse irremediablemente.
«Hay estadísticas que señalan que así como abre un supermercado tipo 1, hay cuatro pequeños que cierran, porque el pez más grande se está comiendo al pequeño, mostrando que la recuperación económica no es más que una máscara falsa, un espejismo, no todo es lo que aparenta ser».
Siguiendo con este punto, dejó claro que no se puede hablar de una recuperación económica en el país, cuando el ciudadano común no tiene un poder adquisitivo, sino que vive del día a día, porque sus ingresos no le alcanzan para cubrir las necesidades básicas.
Impuestos municipales impagables
Alcalá, detalló que el pago del impuesto municipal lleva dos gestiones con montos elevados, manteniendo una alícuota de 2% en casi todo y el 5% en las ventas brutas a lo que se le suman los nuevos tributos que bajan la utilidad del empresario.
«El alcalde saliente hizo mucho daño al comerciante, cerraron negocios y a ¿dónde fueron esos impuestos? Esperamos que con la Cámara municipal, sean modificados y ajustados a la realidad. Como empresarios debemos solicitar ese cambio, en los últimos años no se ha tomado en cuenta para las ordenanzas a este sector», dijo.
¿Qué ha pasado con el cobro del aseo urbano?
La directora de Tributos manifestó que el pago mínimo del aseo es 30$, y desde que entró la nueva gestión de la Alcaldesa, Ana Fuentes no se ha pagado, por lo cual, el sector comercio está preocupado al no saber cómo será cobrada esa acumulación de montos.
«La pregunta es ¿qué ha pasado con el aseo? No sabemos qué pasará con la conformidad de uso, porque no dan constancia de renovación. Hay un limbo jurídico sin respuestas para el empresario. Estamos a la espera de una sorpresa que quizás no sea agradable», alertó.
Fiscalizaciones no son oportunas
Indicó que las fiscalizaciones deben venir de manera educativa y que en estos momentos, no hay cabida para represiones, pues la economía no las soportaría.
«No son oportunas estas fiscalizaciones, porque esta llamada «reactivación económica» es una máscara quizás irreal, porque lo real es que el ciudadano no tiene capacidad adquisitiva, porque un trabajador no puede cubrir sus necesidades básicas con su salario»,
«Es una realidad que muchos comercios evaden los impuestos»
Señaló que el Seniat, debe hacer presión para que los comerciantes en general, como por ejemplo los asiáticos, compren la máquina fiscal y se mantengan legales. No se puede negar que hay muchos locales que evaden el pago del impuesto, que no dan factura o ticket de la compra al consumidor. Las multas son millonarias, los cierres de 10 días son impagables porque tienen que ser cancelados con la divisa de más alto valor (el euro), y esto lleva a una situación de corrupción, porque cuando sacan el monto de la multa que es muy elevada, empieza lo que se le llama el «vamos a negociar».
Lea también:
Ernesto Luna: «Sí es posible vivir en el Monagas que nos merecemos»