A través de redes sociales, venezolanos han denunciado que les han puesto trabas para llegar a México pese a que tenían viajes programados antes del 21 de enero, fecha en la que el país azteca comenzó a exigir visa para ingresar a su territorio.
A un grupo de venezolanos en Medellín, Colombia, se les impidió abordar su vuelo hacia México, por lo que han estado aguardando desde horas de la madrugada de este 21 de enero en el aeropuerto de la ciudad.
«Somos venezolanos, queremos viajar (…) Nos robaron», son algunos de los gritos que se escuchan en un video compartido en redes sociales por los pasajeros.
Con anterioridad, un enfermero venezolano aseguró que se le negó la entrada a México el pasado 14 de enero pese que poseía una invitación para participar en un taller de ventilación mecánica para pacientes con COVID-19 y la documentación necesaria.
Jorge Luis, oriundo de Maracaibo, contó a la Voz de América, que fue con su hermano a Panamá para realizar la escala hacia Jalisco; una vez allí la aerolínea les notificó que no podían abordar si no presentaban una copia impresa de su reserva de hotel.
Pese a que el zuliano buscó imprimir el requisito, al volver a la puerta de abordaje para el vuelo 721 se llevó una gran sorpresa: “México nos acaba de dar una directriz: venezolanos con pasaportes nuevos serán inadmitidos”, les dijo un supervisor, mientras cerraba el vuelo.
A través de redes sociales, otros venezolanos señalaron que al momento de viajar les pedían tener impresas las reservas de hotel y la información de las agencias de viaje con las que habían organizado su viaje hacia México.
Venezolanos inadmitidos
El 15 de enero, Jorge Luis llega junto a su hermano a México donde un agente migratorio los pasó a una oficina, donde habían aproximadamente 40 venezolanos más, para hacerles preguntas sobre sus motivos de viaje.
Tras casi dos horas de espera, un agente de migración les dijo que todos serian inadmitidos debido a “una crisis migratoria” que les impedía recibirlos ese día. El funcionario mexicano les recalcó que no los deportaban, que podían volver en otro vuelo, en otro momento.
Jorge Luis y otros pasajeros insistieron en que no eran migrantes irregulares pero les indicaron que ya la decisión ya estaba tomada. Los llevaron a un vuelo hacia Panamá donde luego serían llevados sus respectivos países.
“Hubo familias llorando por el gasto hecho, con hoteles pagos. Nos violaron nuestros derechos”, Dijo el enfermero.
Los venezolanos no admitidos ese sábado en Guadalajara aterrizaron en Panamá al día siguiente. La aerolínea gestionó sus retornos a ciudades de Venezuela, como Caracas y Maracaibo, pero también de Chile, Perú, Ecuador, Argentina y Colombia.
Jorge Luis, aunque participaría primero en un fugaz taller científico, deseaba llegar con su hermano hasta Estados Unidos para tener una mejor vida. Dice haber perdido 4.000 dólares en su viaje frustrado hasta Guadalajara, México.
Su plan es renunciar al sistema de salud pública de su país, donde su gremio profesional denuncia “salarios de hambre”. “Cada día, se nos cierran más puertas y Venezuela está mucho peor”, lamentó.
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