Japón volverá a cerrar sus fronteras a la entrada de visitantes del exterior para contener la variante ómicron del coronavirus, anunció el lunes el primer ministro, Fumio Kishida, semanas después de que el país aliviara sus severas reglas de ingreso.
«Vamos a prohibir la (nueva) entrada de extranjeros de todo el mundo a partir del 30 de noviembre», dijo Kishida a periodistas.
Las fronteras japonesas han estado casi completamente cerradas durante la mayor parte de la pandemia, con restricciones incluso para el ingreso de residentes extranjeros.
A inicios de noviembre, el gobierno anunció que permitiría la entrada de algunos estudiantes foráneos y visitantes empresariales de corto plazo, aunque mantuvo la prohibición a la entrada de turistas.
Japón anunció previamente que quienes llegan desde nueve países del sur de África debían guardar cuarentena durante 10 días al llegar a Japón.
Kishida dijo el lunes que se exigirá cuarentena a quienes lleguen de otros 14 países donde se detectó la variante, sin dar detalles.
Japón ha registrado poco más de 18.300 muertes por el coronavirus desde el inicio de la pandemia, evitando confinamientos severos.
Actualmente, 76,5% de su población tiene la vacunación completa.
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